Desde el primer día hubo apego entre ellas. En el filo de los sueños, tenían una parada común. Aquella tarde en la que se habían reunido las mujeres para arremolinarse en una idea preciosa que Marivi había tenido, la inteligencia del bien común, se hizo canción en las manos de cada una de las mujeres que allí estaban expectantes, escuchando con mucha ilusión, un proyecto-sueño que gracias a la creatividad, al trabajo, a la amistad, al empeño, a la buena voluntad, al cariño por las cosas bien hechas, al cariño por las otras, se ha podido llevar a cabo. Gracias a la solidaridad de todas y al empeño por sacar adelante aquel precioso proyecto, este año, se cumplen siete años del comienzo de una obra de arte que en Navidad, luce todo su esplendor. Me estoy refiriendo al enorme árbol de Navidad elaborado en ganchillo y al Belén también de ganchillo que luce majestuoso en la plaza de Villoria de Órbigo, también a todas las composiciones elaboradas con mimo, y con todo lujo de detalles, que cobran vida en cada plaza de Villoria de Órbigo. Recorrer estos rincones y lugares, va dejando un poso de calma y de emoción en el alma de las personas que visitan este enorme museo de arte y poderío al aire libre. Igualmente va dejando huella el enorme amor que demuestran todas las manos que elaboran este encaje de patas y cadenetas, que  se vuelcan durante todo el año en seguir creando para el año que viene.

Lamiguería: La asociación Villa Aúrea de Villoria de Órbigo, es un ejemplo de lo que debería ser la sociedad, ya que gracias a su inteligencia, creatividad, unidad, trabajo, amor, ilusión, amor por lo bien hecho, responsabilidad, repito amor porque sin una buena dosis de amor, esto no se podría conseguir. A estas mujeres las honra estar forjando un camino dando lo mejor de ellas, por donde puedan, podamos transitar y empaparnos del espíritu del compartir todos los que visitemos esa titánica obra de arte al aire libre que es un auténtico museo de que cuando se quiere, se puede.

Este año en el encendido de las luces de Navidad, además de los discursos pertinentes, hubo una actuación hermosa de las alumnas de la escuela de danza de Astorga que llenó la plaza de alegría. También hubo una dedicatoria a tres hombres, que se han sumado a las tareas que implica montar y planificar todo el engranaje que conlleva dar forma a esta faraónica obra de arte. Mil gracias y toda la gratitud del mundo por este proyecto ejemplar. Si aún no te has acercado ningún año a Villoria de Órbigo, a empaparte de emoción en Navidad, no lo dejes pasar de este año. Te lo agradecerás.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.