Cuando en el 3022, repasen las costumbres que teníamos los humanos en el 2022, y observen que en algunas culturas, a los mayores se nos tenía en cuenta si apoquinábamos algo, es decir, economía o ayuda, casi obligada en la crianza de los nietos, en no pocos casos, se darán cuenta de que en aquella sociedad, se estaba dando un trato equivocado a sus mayores.

En este momento de la historia, tan cambiante que nos ha tocado vivir, a los que tenemos más de 65 años, se nos complican las cosas. Primero porque la salud ya nos va dando algún que otro trompicón, pero a lo que menos nos acostumbramos es a las nuevas tecnologías, no hemos nacido en la era de Internet, pero hemos hecho esfuerzos enormes para ir poniéndonos al día. Por eso el maltrato que a veces sufrimos por parte de algunos jóvenes que no entienden cómo no somos capaces de manejarnos con los aparatos de las nuevas generaciones, es, cuanto menos, inaceptable. Pero también, por parte de los políticos, que en vez de poner su atención en las personas que han hecho posible que la sociedad actual haya llegado hasta aquí. Es inexcusable que no pongan su atención en apoyarnos y favorecer nuestro bienestar, cuando más lo necesitamos.

Si nos retrotraemos veinte o treinta años, ir a una entidad bancaria con dinero para ingresar, era una alegría, para el que llevaba el dinero y para el que lo recibía. Si ibas a pedir un crédito, se te informaba con educación y respeto. Ahora si no llegas a la hora que han impuesto, ya no tienes opción nada más que a tratar con el cajero, eso si el cajero está operativo. Así se puede dar una situación  triste a la vez que cómica.

– ¿Estás operativo cajero?  El cajero al escucharte enciende una lucecita verde en Ingreso. Pero tú no vas a ingresar, vas a sacar dinero. Después de unos segundos, intentas pulsar la tecla Retirar, entonces aparece una lucecita roja, es cuando interpretas que el cajero está seco, vamos que no tiene ni un euro. ¿Y ahora? Pulsas el timbre para que te abran la oficina, pero nada amigo, que ya no es hora de recibir. Menos mal que como eres previsor, en casa te quedan cincuenta euros con lo que podrás darle la propina a tu nieto que hoy vendrá a visitarte.

Neuronada: Gracias a Carlos San Juan, médico jubilado, que llegó a conseguir más de 600.000 firmas en su campaña “Soy mayor pero no idiota”, en la que impulsó una petición por la “humanización de la atención en las oficinas bancarias”. La propuesta llegó al Gobierno y los bancos deberán ponerse las pilas y respetar a los usuarios que durante tantos años les han dado vida.

Pero… ¿cuánto tiempo durará esto, teniendo en cuenta que hoy los objetivos son más importantes que las personas?

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.