La realidad es ciertamente tozuda y ha culminado el proceso  electoral del 23J con la investidura del candidato del PSOE,Pedro Sanchez, y el nombramiento del  nuevo Gobierno siguiendo en todo caso la normativa y por tanto de un modo legal,democrático y  constitucional. 

 Esta investidura por mayoría absoluta es la expresión de la voluntad popular fraguada a través de  acuerdos del PSOE con siete formaciones políticas,es decir con todas las de la Cámara salvo PP-UPN  y Vox.Y estos acuerdos con los partidos nacionalistas catalanes vienen de la mano de una Ley de  Amnistía (LdA) para las personas afectadas por litigios penales durante el llamado “procés”. 

 No cabe duda que este es el hecho diferencial con respecto a otras investiduras y lo que parece que  es lo que ha llevado a movilizaciones y protestas de una parte de la ciudadanía.  Desde mi punto de vista hay tres formas que explican el acercamiento a esta LdA: – una, sería la de aquellos que están de acuerdo con ella como mecanismo político para salvar una  situación política compleja aún cuando sea condición necesaria para obtener los votos de los partidos  catalanes. 

dos,la de quienes manifiestan que es una rendición sin condiciones a los grupos independentistas  catalanes por parte del gobierno ,una humillación para el “pueblo español” y una necesidad del Pte  del Gobierno para mantenerse en el poder. 

tres,la de una parte importante de los independentistas que consideran que ha habido demasiadas  cesiones de sus grupos políticos al Gobierno de la Nación Española por la renuncia a la unilateralidad  como un derecho inalienable e innegociable. 

 Estas formas de acercarse a esta Ley son en realidad los tres sentimientos del conjunto de los  ciudadanos de nuestro país,sin entrar en las consideraciones de índole jurídico.  Las tres posiciones son respetables y seguro que sus partidarios muestran sus argumentos para la  defensa de las mismas,y seguro que los partidarios de cada una de ellas consideran a las otras fuera  de su campo de entendimiento y no asumibles. 

 Yo estoy de acuerdo en que la Ley siga su curso hasta su aprobación por el poder legislativo porque  me parece la única opción que hay actualmente para encauzar y encajar el problema territorial de  Cataluña. 

 Sus partidarios dicen que es “poner el contador a cero” para poder comenzar un diálogo y  negociación de igual a igual ya que es cierto que no se puede entablar este dialogo cuando una de las  partes tiene la amenaza de un proceso judicial pendiente que no se sabe como podría acabar y cuyo  final puede ir desde el embargo del patrimonio personal a la prisión de algunos de los implicados  (incluyendo alguno de los policias participantes).

 La unilateralidad ya está descartada en el acuerdo firmado entre los partidos PSOE y JpC.Lo que  supone este acuerdo es atraer nuevamente a los independentistas a la política.Puede que esta  pretensión no transite por el camino esperado o que encalle sin llegar a una solución viable para  todos,en cuyo caso se puede rectificar. 

 Pero si no se explora esta nueva vía ¿cuál sería la alternativa? ¿Sería mejor confrontar entre el gobierno de la Generalitat y el gobierno de la Nación o será mejor buscar un nuevo entendimiento  dentro de nuestro sistema constitucional? 

 No soy quien para manifestarme sobre la constitucionalidad o la inconstitucionalidad de la ley ,pero  nos guste más o no nos guste nada eso solo le compete al Tribunal Constitucional que es el único que  tiene esa potestad. 

 Ya van muchos días que este tema ocupa la pantalla mediática,hemos visto grandes manifestaciones  de ciudadanos que protestan legítimamente contra la ley pero creo que también hay muchos  ciudadanos que no están especialmente interesados en el tema más bien sus preocupaciones están más  pegadas a la cotidianidad … que si podrá hacer frente a la subida de la hipoteca,que si podrá llegar  a final de mes después de un gasto extra no esperado, que otra vez una mujer asesinada por su  pareja...en fin cuestiones estructurales que no acaban de ser resueltas.  

 Estoy convencido que hay disquisiciones políticas que no representan el sentir del conjunto de los  ciudadanos pero pueden servir como pantalla para conseguir otros fines o provocar una polarización  en la sociedad y establecer barreras entre partidos y partidarios. 

 Romperíamos una lanza en favor de un nuevo estilo político en el que sus actores,sean quienes  sean, tengan como objetivo mejorar la vida de todos los ciudadanos ya sean de la España del centro  o de la periferia,hablen o no hablen dos lenguas oficiales y cuyo patriotismo sea la solidaridad entre  todas las nacionalidades y todos los españoles,de palabra y de obra. 

P.D.: Dice el poeta brasileño Mário de Andrade: ( del poema MI ALMA TIENE PRISA ) “… Quiero vivir al lado de gente humana, …muy humana. 

Que sepa reír de sus errores. 

Que no se envanezca con sus triunfos. 

Que no se considere electa, antes de la hora. 

Que no huya, de sus responsabilidades. 

Que defienda, la dignidad humana. 

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. 

  

A.Nieto 

Noviembre 2023