Voceo a las paredes, / las chillo, clavo mis pulmones / en sus fibras asustadas. / Asustadas por el vómito de voz / con el que dibujo este ácido / que me está pudriendo. / En las paredes del camino / que circunvala el desierto, / quedaron tus pupilas / contemplando la arena. / Las paredes del camino / formadas por cruces rosas, / por rosas despavoridas, /  por arenas rotas de locura. /  Recorro el camino  / emparedado de cruces / por el que acudías a la escuela, / al juego, a la risa de los encuentros / con tus amigas, para ir al baile / los días de fiesta. /  Lo recorro voceando tu nombre, / dando alaridos como el animal / olvidado y sin tripas que ahora soy. /En las paredes del camino, / en las que no te hallo,  / para acomodarte / en esta sangre seca / en la que me he convertido, / grito cada hueso tuyo, /  aúllo cada risa no dada. / ¿Dime, qué te hice / para que me abandonaras? / Ya no soy madre, / te fuiste, me olvidaste / en la sequedad de este desierto / ancho y oscuro, profundo / como la boca de la última víscera. /  La oscuridad, a veces, / muestra tus ojos, / pero están tan lejos, tan secos. / En el camino, que ya desandas / sin haberte despedido, / me muelo a palos, me tiro en plancha / buscando tus huellas, / por si aún encontrase / una risa tuya escondida / entre las pisadas de esta loca soledad. / Esta loca soledad a la que estoy atada / como perro abandonado en el desierto.

El poema es un homenaje a Ángeles Rodríguez por abrirnos el alma en canal.

Naturaleza, Baobad y Desierto, se habían quedado boquiabiertos con la representación de “Mujeres de arena”, una obra de Humberto Robles que Ángeles Rodríguez, interpreta magistralmente.

Como sabemos, Naturaleza había castigado a la humanidad hacía un milenio, a vivir bajo la superficie terrestre, hasta que los humanos supieran respetar y respetarse. Ahora en 3022, después de mil años, Naturaleza ya iba dejando que los humanos salieran a la superficie para que a través de Cultura, no se olvidaran de lo que habían hecho sus antepasados, por eso, en la explanada que había debajo de Baobab, se había planificado un documental, en el que se podía ver la representación de “Mujeres de arena”, llevada a cabo con una enorme sororidad, empatía, y entrega  por Ángeles Rodríguez, en el milenio anterior, el 2022.

Neuronada: El pasado sábado 19, en la sala Fundos de Veguellina de Órbigo, se produjo un acto dedicado al día internacional de la mujer, en el que pudimos ver la obra citada, y en la que Ángeles Rodríguez, nos llegó al alma, desde su corazón. Su magistral interpretación nos tocó el alma, tanto que sería muy buena idea, que quedara constancia, para que como en la ficción que se cuenta arriba, en el 3022, los humanos, si es que todavía quedan para esas fechas, supieran cómo andaba el mundo y cómo, intérpretes de la talla de Ángeles Rodríguez, saben posar el sufrimiento de unas, en el alma de los otros.

Si tienes la oportunidad de ver esta preciosa obra, no te la pierdas sobre todo porque Ángeles Rodríguez te lleva con ella al hogar mismo de los sentimientos, y te pone el alma en pie.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.