Me gustaría que hoy fueramos todos un poco Don Quijote. Y un poco Sancho y otro poco Dulcinea. Y hasta un poco curas, posaderas, barberos… y hasta Rocinantes.

Me gustaría que, al menos por un día, nuestra imaginación volara como la del hidalgo y nos convirtiéramos en algo más de lo que somos, en algo distinto de lo que somos… y que marcháramos por estos mundos deshaciendo entuertos, luchando contra gigantes (o molinos, qué más da), gobernando ínsulas o montando clavileños.

Me gustaría que, al menos hoy, y aunque solo fuera hoy, pudiéramos dejar de ver el mundo con la realidad en la que vive y nos pusiéramos a soñar, a volar en cuentos y en libros, a desoir lo que nos rodea, a poner el camino a nuestro frente y a poder ser, por una vez, quijotes modernos que pueden soñar con un futuro mejor.

Soñemos, dejémonos llevar por el sueño, volemos, partamos en pos de la fantasía… seamos felices, al menos un día.

Angel Lorenzana