La denominada oficialmente “Fiesta de Castilla y León”, 23 de abril, debe ser una jornada para la reflexión sobre el fracaso de una autonomía que no responde ni a la historia ni al bienestar de los ciudadanos y que conduce al pueblo hacia la ruina económica y demográfica.

Los datos publicados esta semana por el instituto Nacional de Estadística revelan que Castilla y León es la autonomía española que más se despuebla. En el último año pierde  6.283 habitantes. Pero estas cifras, con ser graves, esconden otra tragedia: las provincias leonesas –León, Zamora y Salamanca- perdieron  6.979, en tanto que el conjunto de las provincias castellanas ganó población, lo que muestra la fractura interna de la propia autonomía birregional.

Estos datos seguirán agravándose en 2020, no solo porque continúan el abandono económico e institucional y la emigración, sino por el Coronavirus que está diezmando a la población envejecida de León y Salamanca, las dos provincias de la Comunidad autónoma con más muertes.

El Día del Fracaso

En esta situación, la celebración de una fiesta inventada por la Junta de Castilla y León en 1986, suena a burla y sarcasmo. Y, por el contrario, invita a los ciudadanos al luto y a la reflexión. Este es, más propiamente, el Día del Fracaso.

Porque los datos del censo refrendan lo que viene ocurriendo desde que comenzó la desafortunada, y caso único en España, experiencia autonómica mixta, en la que se privó de autogobierno a una región española, León, que soporta prácticas de gobierno semicoloniales, cuando no de protectorado, gobernada desde la región vecina.

Esa negligencia institucional se traduce en un hundimiento general no sólo poblacional sino social, cultural y económico. En estos años, la provincia de León, que estaba en el puesto 25 del escalafón español por su riqueza (datos del PIB) ha caído al 35, y Salamanca y Zamora siguieron la misma  senda declinante. Salamanca está en el 40 y Zamora en el 46. El PIB del conjunto de la provincia de Zamora, es tan sólo dos veces el de la ciudad de Ceuta.

Proponemos que la gran fiesta leonesa sea el 19 de abril, conmemorando la promulgación de los Decreta en 1188, reconociendo, por primera vez, el derecho de los representantes del pueblo a intervenir en el gobierno del Reino, marcando el camino para lo que serían siglos más tarde los parlamentos democráticos, tal como ha reconocido la UNESCO.

Aquellos Decreta, promulgados en los días oscuros de la Edad Media, muestran una sensibilidad que apunta a la universalidad de los derechos humanos y al derecho de todos a la Justicia, siendo uno de los más preciados valores que el viejo Reino de León ha legado a España y al mundo.

La Agrupación de Amigos de los Decreta, seguirá defendiendo ese legado histórico, reiteradamente ignorado desde los estamentos oficiales, y seguirá reivindicando con la mayor firmeza el derecho de los leoneses a su propia autonomía en igualdad con el resto de los pueblos de España.

El colectivo Amigos de los Decreta está integrado por diversas personalidades de la cultura, que defienden los valores del legado histórico, y desde hace cuatro años viene organizando anualmente la lectura de los Decreta de Alfonso IX ante la Real Abadía de San Isidoro de León. Este año, por la Alerta Sanitaria, los lectores intervinieron desde sus casas y la lectura conjunta se difundió por un video que está en la siguiente dirección: https://youtu.be/RSJMlOSXwro

Amigos de los Decreta