Remi se quedó absorto ante la fotografía titulada “Hortensia”, en la que la cabeza de la modelo, brotando de los pétalos de una hortensia, muerde su pelo para achicar la rabia que se desprende de su profunda mirada. Hay otra foto, la titulada “Papel” que le hace como retroceder, la modelo comunica con su actitud: ¡quieto, no pasar! La titulada “Rosa, dalia, dendrobium” no deja dudas, entre los pétalos de las tres flores, la modelo parece decir que no quiere, que no puede más, que está cansada…, ¿suplicará a su esencia femenina un poco más de calma?

-¿Te está gustando? Le dice su amigo Romualdo. Se habían fijado en el cartel que anunciaba la exposición, cuando volvían una tarde de tomar el café fuera de la residencia en la que viven desde hace tiempo, y Romualdo, que fue fotógrafo profesional, animó a Remigio su amigo, a que le acompañara a la exposición.

-Me está gustando mucho, pero estas fotografías, tienen un no sé qué, qué sé yo,  que me recuerdan al mal bicho que fui.

Romualdo pone el brazo en el hombro de su amigo. –Vamos hombre, mira que eres, ya pagaste bien por el daño que hiciste, lo que debes es pensar que aprovechaste una buena oportunidad y pudiste rehacer tu vida. Ven acá, mira estas otras fotos que buen sabor de boca dejan.

Se detuvieron ante “Peonía”. –Bien puede ser un sueño, dice Romualdo.

-Estoy de acuerdo, mi interpretación podría ser esa también. Y esta otra es preciosa, aunque también se llama “Hortensia”, es preciosa, es la esencia de la familia, cuatro mujeres de tres generaciones, el ñudo de la vida, muy dulce. Mira esta: “Girasol” ambos lados del género humano en uno, un hombre, y cuando el sol gire, será la mujer que nos muestra su brazo. La esencia femenina del género masculino, tan necesaria y que a mí tanto me costó encontrar.

Mordida existencial: Aunque la historia anterior, la de Remi y Romualdo, es ficticia, la exposición que visitaron titulada “Flor de Piel”, es real y se encuentra en la sala Fundos de Veguellina de Órbigo. Esta exposición de Mateo Pérez Fraile, veguellinense de nacimiento y cántabro de adopción como él mismo dice, es una elaborada serie de fotografías en la que las modelos se visten con flores y nos muestran  su belleza a través de su propia esencia. Son fotos llenas de significado y elegancia, en las que unas veces se cuela tibiamente la crudeza, y en otras, las flores que abrigan con sus pétalos a las modelos, inspiran esperanza y futuro.

Mateo lleva mucho tiempo detrás del objetivo personalizando el arte con su propia marca. Además en el 2002, junto a su mujer y compañera, crean su propio estudio fotográfico, Fotografía Pérez Herrero. Él mismo dice: “desde entonces he seguido desarrollando mi labor como fotógrafo de reportaje social con mi pasión fotográfica marcada fuertemente por mis dos fuentes de inspiración…. el teatro y la música. En los últimos años hemos inaugurado dos exposiciones “De gestos y luz”, e “Inspiración Insomnio”.

Y ha sido el último “Flor de Piel” el que ha inaugurado aquí en su pueblo. Y aquí en su pueblo, ha recibido una gran acogida, la que se merece un gran artista como él.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.