No fue el partido ante Malta de los que hacen afición al fútbol. Nadie esperaba, ni mucho menos, un festival de goles como el de hace 25 años, y efectivamente así fue. España logró una cómoda victoria de la que sale muy reforzado Álvaro Morata, autor de los dos goles de la victoria (0-2).

El día comenzó con malas noticias, pues en el banquillo no iba a estar Luis Enrique por un motivo familiar «de fuerza mayor», aunque parece que ya había dejado preparada una revolución: solo tres futbolistas de los que fueron titulares el sábado ante Noruega repitieron en el ‘11’ inicial: Sergio Ramos, Marco Asensio y el gran protagonista, Álvaro Morata.

Malta hizo lo esperado, plantar un auténtico frontol al borde de su área para tratar de recibir el menor número posible de goles, y el plan funcionó bastante bien. A España le costó penetrar en la teleraña local, y solo un par de llegadas de Saúl, muy activo, inquietó la portería de Bonello, el hijo del portero que encajó 12 goles aquella noche de 1983 en el Benito Villamarín.

El muro maltés cayó a la media hora de juego, con un gol que se inventó Morata. El delantero delAtlético recibió de espaldas, se giró y, algo escorado, se sacó un disparo que puso el primer tanto. El objetivo estaba ya cumplido.

El tanto no cambió un ápice el plan de los locales, que siguieron encerrados tratando de aguantar el resultado y esperar un milagro en un contragolpe o un balón parado. España apretó, llegó cada vez con más peligro, y nuevamente Morata mojó. Un grandísimo centro de Jesús Navas, que acababa de entrar hace pocos minutos, lo remató Morata de cabeza para poner el segundo en su cuenta y en la de España. La mejor manera de reivindicar que la selección sí que tiene un delantero centro de garantías.

El que más lo intentó desde entonces fue Sergio Ramos, que estrelló una falta en la barrera y se sacó un disparo ante el que respondió bien el portero Bonello. El camero buscaba su sexto partido consecutivo marcando con la selección española, algo que hubiera sido histórico.

Morata se retiró sabiendo que había cumplido con su deber de sobra, y entró Rodrigo, aunque la tónica del encuentro no cambió ni un ápice. España siguió apretando con Asensio muy activo, y un Muniain que lo intentó todo, pero el marcador ya no se iba a mover más.

En la última jugada del partido, de nuevo Ramos acarició el gol, pero su remate de cabeza se perdió alto ante los lamentos del central madridista. Pese a ello, España se iba de Malta con tres puntos que le hacen líder del Grupo F de la clasificación para la Eurocopa junto a Suecia, el que parece será el gran rival de los de Luis Enrique.

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