Concluidos los Congresos de los partidos PP y PODEMOS, se puede decir que nos han deparado pocas novedades con lo que de ellos se podía esperar.La opinión pública ha resaltado la tranquilidad del PP frente a la lucha abierta en PODEMOS entre las dos cabezas más visibles de la formación.Sin dejar de ser cierto, resaltar que ambos partidos ocupan los lugares extremos del arco parlamentario en cuanto a su “ideario” y con una gran diferencia no solo en ideas sino que uno está en el poder y otro no lo ha llegado a saborear lo que,en cierto modo,condiciona el evento.

El PP se ha convertido a estas alturas en un partido “marianista” en donde su inquilino -Pte. del Gobierno – campa a sus anchas;tan seguro está de sus dominios que es el presidente del partido casi sin quererlo (dice que le dedicará al partido algún fin de semana).Hay una perfecta simbiosis entre Rajoy,que necesita ese partido para ser Pte del Gobierno y el de sus dirigentes que perseveran para mantener el estatus a través del cual puedan conseguir las prebendas y materializar los diversos intereses.

En fin, un congreso redondo, perfectamente prescindible, donde ha predominado la ficción frente a la realidad del lastre de su corrupción -de la que no se ha querido hablar – .En puridad el congreso ha sido puro trámite ,digamos que se ha hecho eco del contenido del art.6 de la CE….”que la estructura y funcionamiento de los partidos ha de ser democrático”.

Por su parte en el congreso de PODEMOS se han vivido los encontronazos típicos de los partidos de izquierda en donde se lucha a partes iguales por un lugar representativo y por una concepción ideológica y estratégica.

Parece que la opción que ha obtenido mayoría es la que más se parece a IU, es decir, ha ganado la transversalidad,la política de abajo arriba y el empuje de la calle.Nada que reprochar si ese enorme poder partidario se utiliza con inteligencia y no como sucedió en IU que la ha conducido a la nada.

Es muy importante que los mayoritarios no caigan en errores del pasado y para ello es absolutamente necesario un entendimiento de cara a la unidad,no solo sentida sino hecha realidad.Es bueno que haya una opción mayoritaria obtenida democraticamente, pero las personas que la representan deben saber gestionar la pluralidad sin desviarse del camino y los objetivos.

Hay mucho que pensar desde la izquierda, pero de momento bastaría con determinar si PODEMOS quiere ser oposición o por el contrario dirigir la política de este país en el medio plazo.Esa es la cuestión a dirimir.

Esperemos que no se equivoquen como ha ocurrido siempre en este país.

Angel L.Nieto

Febrero 2017