Publicado por David González Álvarez 

Alguien dijo una vez que la mejor forma de guardar un secreto de Estado en España es escribirlo en un libro porque nadie se va a molestar en leerlo. Hasta que algo no sale en la televisión y, ahora, en internet directamente no existe. Con el asunto de Bárbara Rey y el emérito así ha sido. Un secreto a voces y por escrito. Sin embargo, hemos tenido que esperar a la exclusiva de Manuel Cerdán en Okdiario para que los medios generalistas se hagan eco de una historia que cualquiera habría podido leer en una serie de libros publicados.

Una historia, la de la actriz y el monarca, que siempre se ha insinuado de forma velada en los medios de comunicación desde que en 1997, tras un extraño robo en su casa, la murciana compareció ante los medios para anunciar que la persona que estaba detrás del asalto a su casa era ni más ni menos que Manolo de Prado y Colón de Carvajal, íntimo de Juan Carlos I y que fue un hombre de salud cambiante que se volvía quebradiza justo en las ocasiones en la que la justicia estaba apunto de echarle el guante. Allí ya anunció la vedette que le habían quitado una serie de imágenes comprometedoras para “una importante personalidad del país”. Si fue un chantaje o una medida para protegerse (motivos tenía ya que no habría sido la primera en desaparecer en extrañas circunstancias tras los servicios prestados…) es algo que no sabemos. Lo mismo que el papel de Mario Conde en el asunto.

Antes de que la fogata mediática se apague aquí encontrarán una lista de libros para quien quiera profundizar en el tema. Una serie de títulos que, antes y ahora, son fáciles de encontrar.

1997: Pilar Urbano, Yo entré en el CESID. Publicado tan solo medio año después de la famosa denuncia de la actriz. En el libro un espía de CESID (hoy CNI) relata con todo lujo de detalles cómo se produjo el operativo para asaltar la casa de Bárbara.

1999: Jesús Cacho. El negocio de la libertad. El libro prohibido por antonomasia del periodismo español. Tras ser rechazado por tres grandes editoriales, finalmente fue publicado por Foca y se convirtió en un best-seller. Un retrato descorazonador de la España de los noventa en el que el episodio que nos ocupa es el menos escandaloso…

2003: Paul Preston. Juan Carlos I, el rey de un pueblo. Posiblemente la biografía más completa del monarca. La historia de Bárbara se narra sin dar el nombre de la actriz. Si se habla con claridad de la otra gran entrañable (con permiso de Corinna) la mallorquina Marta Gayá y que, menos mediática, supo moverse mejor que la vedette en el proceloso mundo de los servicios secretos…

2004: Pedro J. Ramírez. El desquite. Retrato de la España de Aznar, el entonces director de El Mundo relata con todo lujo de detalles como se organizaban los encuentros regios e incluso una escena esperpéntica en la cual Bárbara recibe un maletín de un agente del CESID y, pensando que es una bomba, decide arrojarla a la piscina…

2008: Jaime Peñafiel. Juan Carlos y Sofía: retrato de un matrimonio. Completo relato de la vida en pareja de Juan Carlos I y Sofía de Grecia, juntos y por separado. Marta Gayá y Bárbara Rey ocupan parte importante del libro y se añade la historia con una aristócrata de la que no da el nombre pero blanco y en botella

2011: Fernando Rueda. Las cloacas del poder. Oro libro, como el de Jesús Cacho, para perder la fe en las democracias y las sociedades libres. El episodio monárquico-cabaretil es una más entre 100 historia que le dejan con una pregunta en los labios: “Pero, ¿en qué país vivimos?”.

2012: Pilar Eyre. La soledad de la reina.  Best-seller durante meses y primer acercamiento serio a la figura de doña Sofía más allá de su papel como consorte. También se dio una situación dantesca: en la edición española se omitieron los nombres de las amantes pero sí aparecieron en la prensa inglesa. Como estamos en el siglo XXI bastaba con buscar la prensa inglesa para enterarse. Por cierto, glorioso ese titular donde se referían al monarca como “the womanizer king of Spain“.

2014: Ana Romero. Final de Partida. El relato del libro tenía como objetivo la historia de Corinna que llevó, entre otos factores, a la abdicación de Juan Carlos I. Claro que, por aquello de comparar, se hace referencia a la historia de Bárbara y de Marta Gayá.

Después de tanto libro, para terminar, un recordatorio de la vida artística de Bárbara Rey, la voz cazallera del cine español. Imposible no imaginarse que la letra de ésta ranchera no tiene un destinatario claro… Vale, esto último no es real, pero ni hecho a propósito eh. Escuchen…

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David González Álvarez