LOA AL RABEL Semilla, flor, árbol, / madrea madre y compañera, / que en tu vientre de armonía / duerme el sonido de la tierra. / Una voz milenaria, / escondida en el origen del tiempo,  / sube a la grupa del viento / para atrapar en tus alas de crin / la canción ancestral de Gea. / En tu cordal de asta de buey / se guarda celosa la ley / de las manos poderosas, / que como aves hermosas / perfilan el rito universal / de las notas obedientes y graciosas. / Con tu arco cantan nanas de sangre y sal, / los fósiles alados del espíritu de la roca. / En tus prietas carnes de Eros / vigilante del ganado, / duerme la sinfonía / de las caracolas marinas. / Desde el petril de tu puente, / Eolo despeinó a las sirenas, / para hacer con sus melenas / trenzas de música y letra. / Tienes oídos de pueblo / en tu armónica tapa de cuero. / Y en tu mástil de velero solidario / pacen las notas del pueblo llano. / Las verdaderas, las más emotivas, / las que luego hicieron óperas y estudiantinas. / Anda rabel, jaléame las canciones / que otrora fueron cantadas / por mis abuelos y tatarabuelos,  / poniendo guindilla en sus locuciones. / Cuéntame de sus retos, de sus amores, / de sus desvelos y temores. / Que quiero sentirme parte / de los que llegaron antes. / ¡Qué suene ya el rabel, / y que con su desparpajo / llene de alegres claveles / los cansancios del trabajo! /

           Hala y Mazem, sonreían mientras escuchaban a su vecina Clotilde atentamente. 

El marido de Clotilde había sido un gran rabelista. Clotilde les enseñó un par de estos instrumentes que guardaba con cariño. Mazem tomó uno en sus manos y cogió el arco para sacarle algunas notas al rabel. Clotilde quedó maravillada, aquel hombre tocaba el instrumento con maestría.

           -Es que Mazem en nuestro país era un buen instrumentista de cuerda. Desde que tuvimos que salir de nuestro país con lo puesto, no ha vuelto a tener oportunidad de interpretar nada, y me consta que ha sido muy doloroso para él. Dijo Hala

           -Pues este rabel es tuyo, pero a cambio, me darás algún que otro concierto con él. Los tres sonrieron con alegría en el corazón. Luego se pusieron en movimiento, era la hora, debían andar el camino para asistir al concierto de rabel al que Clotilde les había invitado.

Mordida existencial: Vaya la mordida para José Luís Reñón, quien ha promovido la celebración anual y ya van dieciséis, de una preciosa iniciativa cultural, donde se dan cita los mejores rabelistas del panorama nacional. En esta última edición pudimos escuchar al cántabro David Gómez acompañado de su hermano a los coros  y en la segunda parte del concierto de rabel, escuchamos a  Carmen Brañamova acompañada de Benilde María Seca Suárez a la guitarra, todo muy bien hilado por el presentador Antonio Merayo. Una velada musical que tuvo una enorme acogida y en la que se pudo disfrutar mucho con las interpretaciones rabelísticas  y las voces de los instrumentistas.Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo, León