El presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, y el diputado de Cultura, Emilio Martínez, acompañados por la alcaldesa de Peranzanes, Henar García, y diversos miembros del Consejo Comarcal del Bierzo, con su presidente a la cabeza, Olegario Ramón, han visitado el Castro de Chano, donde la institución provincial, a través del Instituto Leonés de Cultura, ha invertido 135.000 euros en la consolidación y mejora de diversas partes de este yacimiento. 

Se trata de uno de los poblados prerromanos más espectaculares y mejor conservados de la provincia de León. Esa cifra, sumada a los 20.000 euros concedidos anteriormente para efectuar obras de reparación de cubiertas y limpieza general, hace que la inversión de la Diputación en este yacimiento haya superado los 155.000 euros en los últimos cinco años. 

El conjunto que ha sido objeto de la intervención, datado en la segunda Edad del Hierro (siglo I a.C.–primera mitad del siglo I d.C.) se compone de trece construcciones o viviendas, erigidas en forma circular, con alzados de hasta cuatro metros de altura, construidas en mampostería de esquisto y trabadas con barro, que cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica.

A causa de la climatología y del propio paso del tiempo, los muros de algunas de esas construcciones mostraban morteros de restauraciones anteriores disgregados o desaparecidos, lo cual permitía la entrada de agua y producía abombamientos y desplomes. De este modo, la subvención concedida en el marco del llamado ‘Programa R: Recuperar-Regenerar-Reactivar’ ha servido para retirar dichas piezas de remate y eliminar los morteros de cemento de actuaciones de consolidación anteriores, algo que había provocado la aportación de sales y la imposibilidad de transpiración de los cerramientos de estas construcciones, de cara a su posterior rehabilitación.

Asimismo, el camino de acceso peatonal al castro se encontraba en mal estado de conservación, con irregularidades y desprendimientos de piezas en sus escaleras, por lo que se planteó la sustitución de aquel elemento de protección y la adecuación y limpieza integral del terreno, así como la ejecución de un pavimento formado por un empedrado irregular de pizarra de modo que se integrase perfectamente con el entorno y con las construcciones del castro. Además, debido a la escasa señalización con que contaba el yacimiento, se incluyó en el proyecto la colocación de un cartel informativo de la situación del mismo y dos señales del recorrido de acceso. Finalmente, la subvención concedida sirvió también para reponer el “teito” o techo de paja de dos de las recreaciones que dan la bienvenida al visitante que se acerca a este espacio tan singular del Noroeste leonés.