Realizado por un equipo dirigido por la profesora Mercedes Reguera con la colaboración de ASPRONA Bierzo, ha sido publicado en la revista ‘Brain Sciences’

Un estudio sobre sobre la relación entre las dificultades en el control postural y la discapacidad intelectual, que ha sido realizado por un equipo dirigido por la profesora del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de León (ULE), Mercedes Reguera García, y por la fisioterapeuta de Asprona Bierzo, Eva Fernández Baró, que ha sido publicado en la revista especializada ‘Brain Sciences’, establece propuestas que pueden permitir la mejora de la funcionalidad y la calidad de vida en personas con discapacidad intelectual (DI).

La mayoría de las personas con DI presentan dificultades en el control postural y en su condición física, por lo que su análisis es fundamental, ya que es una destreza básica para el movimiento y para la realización de las actividades de la vida diaria.

Las investigadoras de la ULE y de Asprona Bierzo se propusieron determinar si el control postural y la condición física podrían explicar el deterioro cognitivo y las necesidades de apoyo en personas con DI. “Para nosotros, -explica Eva Fernández Baró-, este tipo de iniciativas no sólo suponen conocer más y mejor a nuestros usuarios, sus alteraciones en el movimiento o problemas de movilidad, sino que nos ayudan a entender que implicaciones conlleva en el funcionamiento diario la discapacidad intelectual”.

En el desarrollo de este estudio, el deterioro cognitivo no se asoció con ninguna variable. Sin embargo, el componente anticipatorio del control postural es la variable que mejor explica las necesidades de apoyo, haciéndolo hasta en un 45%. “El componente reactivo y la fuerza en los brazos lo hacen en menor medida”, explicaron las autoras del trabajo.

PROGRAMAS DE ENTRENAMIENTO ESPECÍFICO

Estos resultados aportan una importante información en el proceso de evaluación de las necesidades de apoyo, considerando las pruebas funcionales del control postural como punto importante a tener en cuenta. Además, pueden aportar conocimiento a los profesionales especializados en DI y motora, definiendo estrategias más adecuadas como programas de entrenamiento específicos centrados en el control postural que tienen como objetivo mejorar la funcionalidad y la calidad de vida.

“Esta iniciativa se traduce en una oportunidad para conocer y para que nos conozcan, -comenta Eva Fernández Baró, – y para seguir apostando por la mejora de nuestros servicios y de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual”.

Hay que recordar que la ULE y ASPRONA Bierzo firmaron en 2020 un convenio de colaboración, de la mano del Área de Fisioterapia, que promueve la investigación sobre discapacidad intelectual y facilita la realización de trabajos, tesis y becas que redundan en la mejora de la calidad de vida de estas personas.