(Quiero pintar un cuadro fabuloso en el que vivir) (Ramón Villa)

El pintor leonés Ramón Villa presentó el pasado día 17 la exposición” Signos Equidistantes” en Espacio_E, en Trobajo del Camino. Allí acudimos de la mano de  Ángel Lorenzana, su amigo, para compartir con otros artistas, compañeros, conocidos y admiradores, la inauguración de la nueva exposición de este polifacético artista que además de pintor, escultor, ilustrador y editor, es presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía, director cultural de la fundación Philippe Cousteau y amante del automovilismo y de la naturaleza…

Villa, que comenzó a exponer en 1970, ha participado en más de un centenar de exposiciones individuales y al menos en 200 colectivas. Ha recibido numerosos premios, algunos tan importantes como el Primer Premio Medalla de Oro en el XX Certamen Nacional de Pintura de Luarca. Y otros tan queridos por él, como el concedido por su labor en pro de la Integración Cultural, recibido en Uruguay.

Nos contaba Ramón Villa  mientras explicaba uno a uno los cuadros, que tardó tiempo en tener claro lo que quería pintar, pero una vez madurada la idea, el plasmarla en el papel fue algo rápido y sencillo; y es que en cada una de las pinturas el autor va dejando claro lo que piensa sobre la deriva que ha tomado nuestra civilización: “hemos olvidado, nos dijo,  que formamos parte de la naturaleza y que si no la cuidamos, ella se resiente y nosotros también”. Y así, vemos, en un juego de color y formas, pájaros carpinteros picoteando un metal, aves tristes sin iniciativa de vuelo, tonos grises, espacios oscuros, naturalezas muertas,,, doce obras inéditas del artista,,. pintadas sobre papel hecho a mano.

Pero hay lugar para la esperanza, nos dice el creador, las puertas de los cuadros lo atestiguan, una salida a la destrucción y a la desidia, un color  verde –( esperanza)-, luminoso y brillante, que además llama a la acción.

Este pintor leonés muy acreditado no solo en España, tiene obras en muchos países (Francia, Colombia, Uruguay, India etc.) y  pertenece a ese grupo de artistas que atesoran muchos conocimientos y que utilizan diferentes medios de expresión para trasmitir lo que piensan y lo que sienten. Un hombre del renacimiento, hecho a sí mismo y que descubrió la belleza de las formas en la serrería familiar.

Una exposición que nos habla de compromiso y de democracia, y que se podrá visitar en C/ Azorín, 22 de Trobajo del Camino, hasta el 13 de octubre, en horario de 10,15 a 13,30 y de 17 a 20 de lunes a viernes y de 11 a 14 los sábados.

Y una novedad: las doce representaciones se pueden encontrar en reproducciones fotografiadas por Julián G, Liebana, firmadas y numerada por el autor, acompañadas de poemas de Ramón Villa, en una edición limitada de 100 cajas metálicas. Una delicatesen.

Cada uno de los cuadros de este excepcional artista, es un acto de amor por la naturaleza, un respetuoso alegato contra la destrucción a la que está sometida por nuestros descuidos.

No se la pierdan.

Victorina Alonso Fernández. Un luminoso día del otoño de 2019