Piedras, palabras, manos. / El trino de las aves, acariciando el silencio. / La música arropando la tarde. / Piedras, palabras, versos. / El agua fluyendo por el pueblo, / como un niño jugueteando a ser otro niño. / Piedras, palabras, verbos. /El corazón al trote bueno, / latiendo en las vísceras de la tarde. / Piedras, palabras, almas, / abrochadas al asiento de la vida. / Arrobados escuchantes, poemas, universo. / Piedras, palabras, astros, / que acompañaron a la noche del fuego. / Y los poetas solsticiando sílabas. / En Turienzo de los Caballeros, Poesía / presenció engalanada de fiesta, / un río de versos que emanaban de la piedra. / El  adeene de su torreón, salpicando / el futuro y el ahora que nos quedó tatuado, / ya para siempre, en la caja de los recuerdos vivos. / Piedras, palabras, manos, / de todos los poetas, los cantantes, / los asistentes, los responsables de un encuentro, / que permanecerá en las agallas por donde respiran las piedras.

Al pie del torreón  de Turienzo, en Turienzo de los Caballeros, la poesía se hizo fiesta. Las piedras del Torreón se dejaron acariciar por la cadencia de las palabras. Acompañados por los trinos de la tarde. Los poetas y cantautores: Clara Antúnez, Julia Conejo, Irene Fidalgo, Cristina Flantains, Mercedes G. Rojo, Sol Gómez Arteaga, Mari Paz Martínez, Marcos Castro, P.J. Chelmik, Manuel Fuentes, Delfín Nava, Carlos Atadía e Isami9, con Alejandro Aller como poeta de la imagen, y con la que les cuenta,  fueron dejando su impronta en un paraje espectacular lleno de luz, de vida y con un paisaje humano que llenó el éter poético de una irrepetible tarde noche de verano.

Mordida existencial: Sin el cuidado y la inestimable colaboración de Óscar Martínez García, técnico de turismo, nada hubiera sido igual.

Sin la organización y entrega de las dos responsables de esta reunión de palabras y amigos, llamada “Solsticio en Turgencias” que no son otras que Mari Paz Martínez y Mercedes G. Rojo, ninguno de los participantes hubiera conocido la luz de la Somoza, ni la amabilidad de sus gentes, ni el regocijo de los que acompañaron a los que tuvimos el gustazo y honor de poder compartir un día gratificante, donde el aprendizaje y la admiración de paisajes urbanísticos, de leyendas y también de  humanos, fueron la tónica general. Solo me resta decir: ¡Gracias, gracias, gracias! Y una última cosina: Visita este verano Turienzo de los Caballeros y su hermoso Torreón. Entra en turismomaragatería@gmail.com, ponte en contacto con Óscar y… ¡A disfrutar!

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.