Este acuerdo se contempla dentro del Mapa de Infraestructuras Agrarias, un modelo de trabajo que ordena y define las actuaciones concretas a desarrollar en este ámbito hasta el año 2020 y que permitirá destinar 294 millones de euros a la modernización de 40.000 hectáreas de regadío en la Comunidad.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, han firmado un convenio marco para la realización de las obras de modernización y consolidación de regadíos en Castilla y León que permitirá actuar sobre cerca de 30.000 hectáreas de regadío tradicional con una inversión de 200 millones de euros. Estas actuaciones se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020. Para la consecución de este objetivo, ambas instituciones trabajan conjuntamente con las comunidades de regantes.

La colaboración del Ministerio se lleva a cabo a través de la Sociedad Estatal SEIASA. Esta forma de colaboración para modernización de regadíos ha conseguido hasta la fecha la firma de convenios específicos con 29 comunidades de regantes en Castilla y León, que han posibilitado la modernización de 99.326 hectáreas con una inversión total de 500 millones de euros, que supone alrededor del 25 % de la inversión total que SEIASA ha realizado en España.

El Mapa de Infraestructuras Agrarias de Castilla y León, presentado por la Junta de Castilla y León contempla para este nuevo periodo en el marco del Programa de Desarrollo Rural, la modernización de 40.000 hectáreas de regadíos tradicionales, con una inversión total, pública y privada, de 294 millones de euros. En el Mapa, un apartado importante corresponde a las actuaciones que se desarrollan en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de SEIASA, 30.000 hectáreas y una inversión pública de 200 millones.

En esta forma de colaboración, el 26 % será aportado por la Consejería de Agricultura y Ganadería y el 74 % restante por SEIASA. La aportación de los regantes se realizará en función de lo que se indique en los convenios específicos con las comunidades de regantes.

En este momento, se están ya ejecutando algunas actuaciones por la Consejería y SEIASA, que se han incluido en este convenio. Son obras de modernización de regadío que actúan sobre más de 4.000 hectáreas y de las que se van a beneficiar 1.231 regantes, como son los sectores I y VIII del Canal del Páramo en León y la modernización del Canal de Zorita en Salamanca.

Nuevas actuaciones

El convenio suscrito hoy entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente permitirá finalizar las actuaciones en las zonas que ya están comenzadas como se ha indicado.

Además, se podrán llevar a cabo las obras en aquellas zonas donde las comunidades de regantes ya han decidido la modernización, como es el caso de Pollos y Castronuño, ambas en la provincia de Valladolid, o el impulso en la modernización de los regadíos en zonas prioritarias como el Carrión, en Palencia, donde hay comunidades de regantes, como Carrión-Saldaña-Villamoronta y Bajo Carrión en Palencia, que han decidido modernizar sus regadíos.

Ventajas de la modernización de regadíos

El regadío contribuye con el objetivo de tener una agricultura más productiva y más competitiva, al abastecimiento de alimentos sanos, seguros y de calidad, a la generación de empleo y al desarrollo de los pueblos.

Entre los beneficios directos que conlleva la modernización de regadíos están los relacionados con la competitividad, como la mejora de la eficiencia del uso del agua -se reduce hasta un 20 % el consumo-, un ahorro que además permite la alternancia con cultivos de alta demanda. Se incrementa también la posibilidad de diversificar los cultivos y hace posible las producciones de mayor valor añadido, que solamente son viables en zonas de regadío modernizado.

Otra de las ventajas de la modernización es que el Valor Agregado Bruto de una hectárea es un 30 % superior al de una hectárea de riego en una zona no modernizada. Estas actuaciones permiten también la reducción del coste del riego por aspersión, que desciende en un 35 % respecto a las hectáreas no modernizadas.

Entre las ventajas de impacto socioeconómico que tienen estas actuaciones está el aumento de la actividad en el medio rural, la contribución a fijar población y la posibilidad de generar sinergias con otras actividades como la industria agroalimentaria.

Las modernizaciones de regadío que se llevan a cabo en el sector agrario de Castilla y León lo convierten en atractivo para los jóvenes, como lo demuestra que el número de incorporaciones de esta franja de edad es un 80 % superior al que se da en zonas de regadío no modernizadas. Esta apuesta por un sector modernizado se aprecia también en la inversión que llevan a cabo los propios agricultores, que es un 240 % mayor en las zonas modernizadas.

Además, la optimización del uso del agua es especialmente importante para épocas de escasez como la que estamos viviendo, con sequía, donde los recursos hídricos se encuentran a niveles bajos.