cine 1

– ¡Vamos, que nos quedaremos sin asientos! Y no te olvides de coger la manta, que luego refresca y cogemos catarro.

– Ya voy. No se me olvida la manta, no.

En la plaza Elena Santiago de Veguellina de Órbigo, hierve la actividad, flota la expectación en el ambiente. La mayoría de las personas que allí se encuentran vienen de ver la exposición fotográfica “La Revolución de las Flores y la Música” de los periodistas Álvaro y José Tavares, que como actividad paralela al III Festival Luna de Cortos, está ubicada en la Sala Cultural Caja España. Otras llegan hablando maravillas de la exposición de proyectores de la colección de Miguel Pérez “Trébol”.

En la trepidante clausura de este tercer “Festival de Cortometrajes del Órbigo”, pudimos ver a un emocionado Trébol, recibir de manos del director del Festival Luna de Cortos, Bal Ferrero, la medalla “Lumiere”, tan merecida por su trayectoria dedicado, con mucha pasión en su tiempo libre, a recopilar, ensamblar, reparar y hacer que funcionen, máquinas y artefactos que tengan que ver con el cine, algunas con más de cien años. Tiene material para crear un museo dedicado al séptimo arte, que sería un buen reclamo para el turismo.

Desde el día 3, con una Sala Cultural Caja España, repleta para empaparse del documental “Asmita”, perteneciente al proyecto Nepal Will Rase Again, pasando por el acto de presentación del festival el día 5, donde pudimos constatar la profesionalidad de la actriz local, Olga Mansilla con sus compañeros de “La Ventanita” en el espectáculo “Chapliniana”, hasta llegar al día 7, día de la clausura y de la entrega de premios, donde el público tuvo el premio del discurso de nuestro alcalde Joaquín Llamas y de la voz de una fadista que supo trasladarnos el sentimiento del fado con su exquisita forma de interpretar acompañada por dos grandes guitarristas. Todo ha funcionado con precisión en el engranaje del festival y la asociación Despiert@ tiene mucho que ver en ello.

Mordida existencial: Destacar que tanto las actividades paralelas, los cortos, como el funcionamiento de todas las sesiones  del festival, han sido de matrícula de honor. Vaya una agradecida enhorabuena para todos los que lo han logrado que este festival nos haya dejado al público un poso de orgullo por tener personas al lado en nuestro pueblo que con su sacrificio y tesón, desde su director Bal Ferrero, hasta todos de los que han puesto su impronta en este proyecto,  han logrado que Veguellina de Órbigo sea un referente y un querido lugar para el mundo de los cortos, de la fantasía y de la cultura.         Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.