El alcalde de Villarejo de Órbigo pregunta si “quieren hacer aquí el vertedero de la Comunidad” al impulsar ahora un vaso de vertidos de 2,1 millones de toneladas cuando el anterior, de 1,7 millones, se ha llenado ya al 125%

Una manifestación y concentración celebrada esta mañana junto a las instalaciones del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) provincial de San Román de la Vega, donde van las basuras de toda la provincia, exigió hoy con participación de vecinos de más de quince pueblos de su entorno que no se ejecute la ampliación del nuevo vaso que impulsan el consorcio Gersul y la Junta de Castilla y León, así como que se realice en la planta una gestión sostenible y limpia, que no contamine como lo viene haciendo desde hace años.

La iniciativa impulsada por la Plataforma Gestión Residuos congregó a un centenar de personas, muchas de las cuales llegaron a pie tras una marcha de varios kilómetros por los valles más afectados por el vertido de lixiviados contaminantes, con apoyo de tres tractores.

Tras una pancarta que rezaba “Ante la ampliación de vertidos, exigimos: Control público, Transparencia en la gestión y Responsabilidades Políticas”, llegaban miembros de la Plataforma, y algunos responsables municipales como el alcalde de Villarejo de Órbigo, Joaquín Llamas, o la portavoz socialista en Astorga, Victorina Alonso, además de pedáneos.

Pero sobre todo acudieron numerosos vecinos –muchos de ellos de edad avanzada- que permitieron que en la protesta hubiera gente de los pueblos de Estébanez de la Calzada, Santibáñez de Valdeiglesias, San Román de la Vega, Villarejo de Órbigo, San Justo de la Vega, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Veguellina de Órbigo, Astorga, Valdeiglesias, Villamejil, Turcia, Sopeña, Antoñán del Valle y algunos otros de la comarca de La Cepeda.

Protesta con olor pestilente y mascarillas

Soportando más de una hora el pestilente olor que emanaba de la montaña de basura del CTR, que obligó a muchos a protegerse con mascarillas o pañuelos, con un megáfono con una pegatina del 15-M fueron tomando la palabra varios de ellos.

Desde la Plataforma, por ejemplo, desgranaron las contundentes alegaciones con las que pretenden evitar el proyecto del nuevo vaso de vertido que sustituirá al ya saturado ocho años antes de lo previsto, muestra evidente de la “absoluta falta de reciclaje” y una gestión “lamentable”. Recordaron los lixiviados incontrolados denunciados en los últimos meses y detalles de un proyecto “de baja calidad” que adolece de “errores de concepto y cálculo” que hacen prever su desastre.

Críticas a los gobernantes de algunos municipios

En este sentido, Joaquín Llamas desveló el sorprendente dato extraído del proyecto y su documentación oficial de que el nuevo vaso previsto será de 2,1 millones de toneladas de basura de capacidad, cuando el actual estaba previsto para 1,7 millones “pero ya contiene más de 2 millones”, es decir, que lo han llenado ya caso al 125% “y todavía dicen que le queda un año de uso”.

“Se han pasado veinte pueblos, parece que quieren hacer aquí el vertedero de la Comunidad, se están quitando la máscara”, denunció tras agradecer a la Plataforma su impulso, entre aplausos. Para después afear la postura municipal de los gobernantes en ayuntamientos como San Justo, “que se limitan a hablar de pantallas verdes para que esto no se vea”, o Astorga, “que debe apoyar si quiere que ser cabecera de nuestra comarca”.

Hasta el cura de Villarejo y otras parroquias de Maragatería, residente “en el pueblo de mis padres” recordó que “hasta el Papa está preocupado por esto, por el respeto al medio ambiente, que es lo más valioso que tenemos, porque debemos cuidar nuestra casa y la que será de nuestros hijos”.

Entrega de los Premios Zurullo de Oro

La protesta terminó con una irónica y ácida ceremonia de entrega de los premios ‘Zurullo de Oro’ a “las grandes cagadas del CTR”, en los que resultaron agraciados la Junta de Castilla y León o Gersul por méritos como “hacernos pagar un impuesto para después reciclar el 5% de nuestra basura, cuando en otros lugares de España alcanzan el 90%.

Hubo hasta tiempo a la sana autocrítica, para exigir que “no seamos guarros cada uno de nosotros, porque separar es reciclar y no contaminar”, al tiempo que exigieron la implantación de “el quinto contenedor, exclusivo para residuos orgánicos, que lo tienen metido en un cajón y es imprescindible”.

Nuevas protestas para “frenar este atentado”

Esta semana termina el período de alegaciones de la ampliación de la zona de vertido del CTR, que tendrá abundancia de críticas y exigencias de las comarcas afectadas, y la Plataforma y los participantes garantizaron “nuevas protestas ante la Diputación –preside Gersul- y la Junta para frenar este atentado”.