Sólo la mitad de los propietarios de los 463 panteones y nichos pagan la cuota de mantenimiento
La pedanía pide responsabilidad a todos los usuarios para mantener el camposanto en condiciones dignas
La Junta Vecinal de San Andrés del Rabanedo ha regulado el funcionamiento del cementerio vecinal con una nueva ordenanza, de la que carecía hasta ahora, que ya ha entrado en vigor de forma tras cumplir todos los trámites previstos en la legislación vigente. Esta ha sido una de las primeras actuaciones de la pedanía, gobernada por el PP, con el fin de ordenar y establecer las directrices para mantener en buen estado el camposanto y garantizar el pago de todos los propietarios de panteones y nichos. En la actualidad solo la mitad de los propietarios de nichos o sepulturas cumplen con su obligación de pagar las tasas, hasta ahora no legisladas, lo que genera un problema importante a las arcas de la pedanía. De hecho, gracias al esfuerzo de los integrantes de la Junta Vecinal se ha logrado recaudar la mitad de lo previsto, que es más de lo que se consiguió el año pasado pero lejos aún de los casi 2.500 euros que deberían recaudarse en un camposanto con 463 tumbas y nichos. La aprobación de la ordenanza es una de las principales novedades para el camposanto junto con las obras para adecentar los pasillos que se acometerán después del invierno gracias a la subvención concedida por la Diputación Provincial.
“Esta ordenanza es un paso muy importante para tener un servicio bien gestionado y acorde con las necesidades que requiere cada año”, explicó la presidenta de la Junta Vecinal, Eva P. Valbuena en referencia al gasto anual que supone tenerlo en el estado que merecen los seres queridos que allí descansan y que piden las familias. “Los ingresos de la pedanía son muy justos y los propietarios que pagan lo hacen de forma voluntaria, sin ninguna norma que lo exija; por eso, cuándo accedimos a la Junta Vecinal nos dimos cuenta que hacer una ordenanza que regule la tasa por la prestación de este servicio era fundamental, no sólo para que todo el mundo pague sino también para que ese dinero revierta en las propias instalaciones del cementerio”, remarcó la pedánea “porque con los fondos propios muy poco o nada podemos hacer, tal y como ocurrió este año que días antes de la celebración del 1 de noviembre fue una hacendera voluntaria con la participación de un grupo de vecinos la que limpió el cementerio”.
La tasa regula la asignación de espacios para enterramientos, los permisos para la construcción de panteones o sepulturas, la incineración, los movimientos de lápidas o la tasa por conservación y mantenimiento de servicios generales que pasa a ser de 10 euros al año, dado que permanece igual desde hace muchos años. La Junta Vecinal será la responsable de los trabajos de conservacióin y limpieza del cementerio mientras que serán los particulares los que tienen que correr con la limpieza y mantenimiento de nichos y panteaones. La ordenanza también fija las tasas por
adjudicación de nichos, sepulturas y columbarios, las tasas por expedición de títulos así como por cambios, cesiones, permutas o transmisiones de titularidad.