Naturaleza, que es el hogar donde reside la vida, había despertado aquel día de marzo del 3.023, con alegría. Contempló desde su piel de madre a Tierra y supo, que el castigo de desterrar a la humanidad a vivir bajo Tierra en el milenio anterior, había dado sus frutos. A Tierra se le notaba limpia, respiraba sin la contaminación con la que las fábricas y las grandes urbes la habían desecado. Los océanos no contenían plástico, ni vertidos tóxicos que les estaban dejando podridos. Ahora la humanidad, al fin, se había dado cuenta de que saber respetar y respetarse a uno mismo, ser cuidadoso con todo lo que se nos ofrece y cuidar de los otros y de nosotros mismos, es el mayor bien que podemos hacer y hacernos. Naturaleza estaba feliz contemplando a los alumnos de una escuela en pleno campo, sentados sobre la hierba. En un vídeo titulado “Acto de amor”, que su profe les había llevado para la clase de hoy, se podía observar cómo se celebraba el día de la mujer en un pequeño pueblo. Estaba grabado el sábado 4 de marzo de 2.023

“Acto de amor”, así lo denominó Conchi la organizadora del filandón para conmemorar el día de la mujer, apoyada por la asociación “La Penilla” de Villanófar de Rueda. Y eso fue, un acto de entrega y amor por parte de las y los contadores y músicos, del público y de la organización de la asociación “La Penilla”. El filandón se celebró en un patio emblemático del pueblo, el patio del establecimiento “El Retiro. Ultramarinos y bebidas”, que las sobrinas de Abundia, la que fuera dueña del local junto con su marido, conservan con todo mimo para disfrute del pueblo. Allí se evocó a las mujeres que construyeron los pilares de las que hoy estamos aquí. En el patio, rebosante de público, se revivieron historias de mujeres locales que hicieron pueblo, que amaron y protegieron lo que tenían para disfrute de las generaciones venideras. También hubo amor por parte del público que vivió el acto con la misma entrega que la que pusieron todas las personas que contaron y cantaron. Es un acto de amor y de solidaridad mantener vivas a las personas que nos dieron su pasado para que este presente, llegue a un futuro donde las mujeres tengan las mismas posibilidades que los hombres, donde el alma femenina y la masculina no tengan que demostrarse nada. Un acto de amor y de tradición también, las sopinas de ajo, qué ricas, que se ofrecieron al final del filandón, acompañadas de un vinín de la tierra.

Neuronada: Mientras honremos la memoria de los que nos precedieron y les agradezcamos todo lo que nos enseñaron, estaremos salvados. Y eso fue lo que pasó

en Villanófar de Rueda el pasado sábado, que la memoria de la vida fue abrazada por un precioso acto de amor, gracias a la generosidad de la asociación “La Penilla” y a Conchi que hizo posible que el magma del cariño, fluyera y flotara en el patio del “Retiro. Ultramarinos y bebidas”. Muchas gracias.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo