foto isaac llamazares

Todos los años a estas alturas de temporada, muchos clubs de cualquier punto de la geografía española empezamos a sufrir ciertos procesos de desestabilización, ataques o intentos de invasión por parte de otros clubs que juegan con los sentimientos y las ilusiones de las familias a las que convierten en víctimas, ‘sin ellas saberlo’.

Llevamos años preguntándonos en el fútbol leonés la razón por la cual nuestros futbolistas no llegan al fútbol profesional con asiduidad, por qué quedan relegados a jugar en categorías regionales generaciones y generaciones de buenos jugadores, que maravillaban en el fútbol base durante su etapa de formación.

La respuesta es muy sencilla: los clubs que se auto-proclaman como los grandes de nuestro fútbol base no actúan con sentido común, no suman ni vertebran en la provincia. Actúan como depredadores, mercadean con los niños y los convierten solo en números, dejando de ser personas en edad infantil para ser un producto al cual sacar una rentabilidad, aunque no lo creáis más económica que deportiva.

Se podrían llegar a importantes acuerdos entre todos los clubs para que el fútbol leonés se ramificará de verdad por todos y cada uno de los puntos de la provincia. Ahí está la diferencia entre arrasar y sembrar. Ahí está la diferencia entre dominar a golpe de bastón y la de generar sinergias con el objetivo de que cada vez más niños y niñas jueguen a fútbol, de descubrir jugadores que quizá no sabemos que tienen talento para este deporte y de tener la oportunidad de ayudar a profesionalizar de verdad las estructuras deportivas de todos los clubs. Todo esto haría más fuertes nuestras competiciones y todo esto haría el fútbol leonés mucho mejor.

¿Saben muchas familias que si su hijo/a se lesiona entrenando con otro club son ellas las que tienen que correr a cargo con los gastos de la atención y tratamiento sanitario?

En el principio de esta carta, mencionábamos que a estas alturas comienzan los procesos de desestabilización, quizás incluso un poco antes… y la razón es porque con la temporada avanzada y en muchos casos los objetivos prácticamente cumplidos, comienzan a ‘convocar’ a sus posibles fichajes a entrenar con ellos.

Cuando llaman a las familias les hablan de maravillas, de una metodología fabulosa, de grandes entrenadores, de futuro y si hace falta les ‘venden el oro y el moro’. Para que las familias se quedan tranquilas y no generar tensión con quien les ha formado durante años, les dicen que no se preocupen, que escribirán una carta a sus actuales clubs solicitando que puedan ir a entrenar, pero… ¿sabéis que? Ningún club tiene potestad para autorizar que un jugador entrene con otro club, porque la cobertura médico-deportiva entre la categoría Debutantes (Chupetes) y Cadete corre a cargo de la Junta de Castilla y León. La administración autonómica no contempla la posibilidad de que se realice un traspaso temporal de esa cobertura bajo ningún concepto.

Esperamos que los organismos deportivos regulen estas situaciones por protección a la infancia y al deporte base, porque esto que sucede no se debería permitir.

Después de contaros todo esto solo nos queda deciros lo de moraleja: Ellos son los verdugos. Las familias y los clubs de procedencia las víctimas.

P.D.: No tienen mejores entrenadores, ni mejores instalaciones, ni mejor metodología… la tienen tan buena como la inmensa mayoría de los clubs de la provincia, donde hay clubs y entrenadores que han dedicado mucho trabajo, esfuerzo y dinero por mejorar sus campos, su formación y por ‘mimar’ a los niños de su pueblo o barrio. Las competiciones provinciales no las ganan o compiten por lo que quieren vender, las ganan o compiten porque se llevan a los mejores jugadores criados en los clubs de la provincia… y eso señoras y señores… ¡¡ No tiene mérito ninguno !!… y me voy a permitir parafrasear a uno que fue presidente del Atlético de Madrid: ‘Con buena p…. bien se j….’ 

¡¡ Salud y VIVA EL FÚTBOL BASE AUTÉNTICO !!