La Federación Leonesa de Empresarios (Fele) muestra su preocupación ante el ascenso del número de parados en la provincia durante el segundo trimestre del año que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA).  León cuenta con 1.300 parados más respecto al mismo trimestre del año anterior, aumentando hasta los 30.300 parados en la provincia.

Si bien aumenta el número de  ocupados en este segundo trimestre, 6.900 más que en el mismo trimestre del año anterior siendo el número total de ocupados 166.900, es alarmante la tasa de actividad, pues continúa siendo una de las más bajas del país: 50,05%.

En el actual escenario económico y socio laboral, FELE insiste en la eliminación de las restricciones a la actividad económica, el impulso de las medidas fiscales proclives a la inversión y la apuesta por la colaboración público-privada en la lucha contra la pandemia, todo ello a través del fortalecimiento e impulso de las políticas activas de empleo consensuadas en el dialogo social.

Para los Empresarios de León, los jóvenes y los parados de larga duración precisan de herramientas de inserción laboral en el sector privado, donde puedan consolidar un proyecto estable y aportar a la productividad de nuestro territorio, por eso reclaman políticas que apuesten con solvencia por la creación de empleo evitando mayores incrementos de costes y por la lucha contra la despoblación.

Para incrementar la tasa de actividad, que evoluciona en León de forma negativa y lenta es necesario asentar población mediante medidas de discriminación positiva en inversión de infraestructuras que vertebren nuestro territorio y  aceleren la digitalización en las zonas todavía deficitarias de nuestra provincia. En este sentido será necesario que el reparto territorializado de los fondos previstos en el Plan De Recuperación Transformación y Resiliencia tenga en cuenta especialmente a la provincia de León por su debilitada situación socioeconómica actual.

En definitiva, si queremos volver a niveles de actividad previos a la crisis, se debe favorecer un marco adecuado para ello y no tomar decisiones que van en contra de la adaptabilidad que necesitan las empresas para poder generar empleo en la actual coyuntura de incertidumbre y transformación económica.