Desde UPL no podemos mostrar más que nuestro asombro y sorpresa porque el Rey de España haya aceptado la presidencia de honor del programa conmemorativo del V Centenario del movimiento comunero organizado por las Cortes de Castilla y León.

El Rey Felipe VI podría haber tenido un mínimo de celo y de delicadeza para, en primer lugar, asesorarse debidamente desde el punto de vista histórico para cerciorarse de que el movimiento comunero no fue patrimonio de ninguna zona concreta de España, aunque la batalla decisiva fuera en la localidad pucelana de Villalar, sino que tuvo mucha más trascendencia en otras provincias de España, en segundo lugar, porque resulta patético que acepte la presidencia de honor para la conmemoración de una derrota de quienes lo único que hacían era preservar sus intereses personales frente a los intereses reales, sin que ninguno de los dos fuese mayor digno de encomio, y en tercer lugar, porque debería de haberse dado cuenta de que la Junta de Castilla y León, utilizando, evidentemente, los fondos públicos de todos los leoneses y todos los castellanos, pretende hacernos creer que esta comunidad de Castilla Y León existe desde hace 500 años, lo cual es una auténtica memez e idiotez a la que no debería de haberse sumado el Rey.

Desde UPL consideramos que el Rey, si realmente pretende de alguna manera significarse en esta comunidad, lo primero que debería de hacer es fijarse en el sinsentido de esta comunidad autónoma que no respeta los derechos históricos de la Región Leonesa, para constituirse en la 18 comunidad autónoma, y parece olvidar el Rey de España que, entre otros muchos títulos, ostenta el de ser Rey de León, siendo heredero también de la Corona Leonesa, y en esa consideración debería de haber tenido la sensibilidad adecuada para no unirse a unos fastos a la mayor gloria de los pesebreros que gobiernan en la Junta de Castilla y León, eso sí, con cargo al erario público.

Eduardo López Sendino

Vicesecretario de UPL