El Ayuntamiento anunciaba este martes el cierre de la calle Gil y Carrasco por “obras de mejora”. Un eufemismo para describir que el ‘Ordoño de vanguardia’ del alcalde Diez tiene otra tara. Los obreros de Prace, la empresa concesionaria, se afanaban ayer para cambiar una loseta de grandes dimensiones que estaba mal colocada. Un desperfecto más que se suma a los problemas con las rígolas, el levantamiento de varias zonas para mejorar la accesibilidad, los problemas con el color y los modificados del coste de la obra; el último, el aprobado por la Junta de Gobierno que ascendía a 40.000 euros, sumando ya el capricho de Diez un gasto de 453.000 euros para los bolsillos de los leoneses. A pesar de que el propio José Antonio Diez anunció que la obra finalizaría en noviembre, lo cierto es que esta ya ha sufrido dos prórrogas y el propio equipo de gobierno contestó al Partido Popular que la entrega y liquidación no sería antes del 31 de enero, con la previsión de nuevos modificados y el consiguiente aumento de gasto. Y ya estamos a 11 de febrero…
El culebrón del plagiado Ordoño de colores del alcalde, José Antonio Diez, su ‘Ordoño de vanguardia’, ya prometía cuando el Partido Popular denunció las intenciones del equipo de gobierno de poner en marcha este proyecto en plena pandemia, con una ciudad confinada. Fue el pasado mes de mayo. Y no ha defraudado.
El Ayuntamiento anunciaba este martes el cierre de la calle Gil y Carrasco (cierre ampliado más tarde) por “obras de mejora”. Un eufemismo para describir que el ‘Ordoño de vanguardia’ del alcalde Diez tiene otra tara. Los obreros de Prace, la empresa concesionaria, se afanaban ayer para cambiar una loseta de grandes dimensiones que estaba mal colocada. Un desperfecto más que se suma a los problemas con las rígolas, el levantamiento de varias zonas para mejorar la accesibilidad, los problemas con el color y los modificados del coste de la obra; el último, el aprobado por la Junta de Gobierno que ascendía a 40.000 euros, sumando ya el capricho de Diez un gasto de 453.000 euros para los bolsillos de los leoneses. A pesar de que el propio José Antonio Diez anunció que la obra finalizaría en noviembre, lo cierto es que esta ya ha sufrido dos prórrogas y el propio equipo de gobierno contestó al Partido Popular que la entrega y liquidación no sería antes del 31 de enero, con la previsión de nuevos modificados y el consiguiente aumento de gasto. Y ya estamos a 11 de febrero…
El único proyecto visible del PSOE en León en los 20 meses desde que este partido ocupa la Alcaldía de la ciudad ha supuesto uno de los grandes chascos y derroches de las últimas décadas. Un proyecto plagiado que prometía modernizar, peatonalizar (ni siquiera, ya que no cumple con los requisitos para serlo) y visibilizar esta céntrica vía de la ciudad convertida en un manchurrón gris en el que el color va y viene.
El nuevo Ordoño, ese que decía Diez que iba a “permitir ganar espacio a los ciudadanos, actividad cultural y de ocio que necesita la ciudad y hacer de León una ciudad más vanguardista”, ha resultado ofrecer una imagen triste, desoladora y de desidia, lo que afecta además a la vida comercial del centro.
La promesa de rebajar impuestos en obras de más de tres meses
Precisamente, la hemeroteca también en esto castiga a Diez, que el 15 de mayo de 2019 anunciaba en una entrevista de su campaña electoral que tras los problemas surgidos con las obras de Ordoño II en el anterior mandato, decía, “el PSOE ha visto que los grandes perjudicados son los pequeños comercios de la capital, por eso su programa contaría con una rebaja de impuestos cuando las obras en la vía pública tengan un periodo superior a tres meses”.