En Tercera Actividad, los centros de atención a personas mayores que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo (Palencia) y Valdelafuente (León), saben bien que “no hay edades, sino experiencias” y que cualquier motivo es bueno cuando se trata de celebrar. Por eso, esta semana han querido festejar el Día de los Abuelos.

“Estas pequeñas fiestas son esenciales para las personas a las que atendemos, dado que disfrutan no solo durante la celebración, sino también con los preparativos”, explica Marta Prieto, directora del centro leonés, quien recuerda, eso sí, que en todo momento “respetamos las prescripciones y protocolos para garantizar la seguridad”.

Ahora, además, ya pueden recibir la visita controlada de familiares y amigos, tras tantos meses de confinamiento, por lo que cada acción se transforma en una doble fiesta y así, juntos, pero guardando las distancias, en León han disfrutado de una merienda campestre, juegos populares en familia y un bingo de verano.

Chocolate, menú especial y música                      

En Aguilar, el Día de los Abuelos olía a merienda de chocolate con bizcochos y sonaba a música para alegrar el espíritu. “Somos un centro abierto, que se implica y participa, por eso, pese a las restricciones obligadas por el coronavirus, tratamos siempre de mantener esa filosofía”, comenta Alejandro Serrano, director del centro palentino, quien explica que, en su caso, la celebración ha sido más sencilla y se concretó en la merienda y en un menú especial que ofrecieron el domingo, día oficial de los abuelos y abuelas.

Lo más importante, sin duda, tanto en uno como en otro centro, es que los juegos, la merienda o la música se convierten en la excusa perfecta para seguir transmitiendo cariño y alegría, para continuar compartiendo momentos, para demostrar, en definitiva, que “no hay edades, sino experiencias”.