León sufre un aumento del paro de 1.590 personas y las afiliaciones se desploman un 3% en marzo

En un contexto de emergencia nacional provocado por la crisis sanitaria del coronavirus, las cifras del paro registrado y de las afiliaciones a la Seguridad Social de este fatídico mes de marzo acusan, como no podía ser de otra manera, los terribles efectos en el mercado laboral provincial.

León suma 1.590 desempleados más en marzo, un incremento del paro del 5,39%, cifra engañosa porque no recoge el efecto final de los más de 5.000 ERTEs presentados en la provincia que afectan a 19.000 trabajadores. Con este incremento, la provincia vuelve a superar la barrera de los 31.000 parados hasta las 31.072 personas sin trabajo.

A esto hay que añadir la caída de las afiliaciones, que en León se han desplomado un 3,09%, con 1.183 afiliados menos, lo que nos deja un total de 156.025 cotizantes a la Seguridad Social.

Con estos datos parciales la primera conclusión es que la provincia ha echado a perder en tan solo un mes las mejoras conseguidas en el mercado laboral de los últimos años, ya que ha pasado de una reducción anual del paro de casi el 8% a un descenso casi simbólico del 0,27%, es decir, 84 parados menos en un año. Aún así, es el mejor dato de toda Castilla y León y de España puesto que León es la única provincia que arroja un saldo positivo en la generación de empleo en la comparativa interanual.

Por ver la fotografía completa del escenario laboral actual, tenemos que comparar estos datos con los registrados a nivel nacional y de Castilla y León. En cuanto al paro registrado, León no sale tan mal parada a día de hoy puesto que en la Comunidad el desempleo se incrementó casi un punto más, hasta el 6,21% y en España un 9,31%, el peor dato en un mes desde que se tienen registros.

Sin embargo, en cuanto a las afiliaciones a la Seguridad Social, un dato más fiable porque es inmediato, la provincia acusa más el golpe con un desplome del 3,09% frente a la caída del 0,96% en Castilla y León y del 1,26% en el total nacional.

El impacto de la crisis sobre la economía es ya evidente y nadie duda que sufriremos una recesión sin precedentes en los próximos meses.

La mejor manera de preservar los empleos de cara al futuro no es frenando los despidos sino ofreciendo a las empresas libertad, flexibilidad y apoyos para mantener su actividad en esta fase crítica. Las medidas de liquidez y aprobación de ERTEs son bienvenidas, así como otras que permitan aliviar las cargas fiscales y sociales que impidan que un buen número de empresas vayan a la quiebra.

Las empresas tienen que participar en la búsqueda de las mejores soluciones en defensa del interés general para afrontar la inédita y grave situación que vivimos.

El papel de los empresarios será absolutamente clave para asegurar una recuperación del crecimiento y del empleo que sea rápida, inclusiva y sostenible.

El papel de los empresarios será absolutamente clave para asegurar una recuperación del crecimiento y del empleo que sea rápida, inclusiva y sostenible.