El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha participado hoy en Valladolid, junto al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en el Foro sobre los ‘Desafíos socieconómicos de las regiones atlánticas’, organizado por El Norte de Castilla. Entre dichos desafíos, Herrera ha situado la demografía, la financiación autonómica, las infraestructuras y la industria.

El presidente de la Junta de Castilla y León ha destacado hoy la posición de centralidad, moderación, sentido común y clara vocación de servicio del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo en la vecina comunidad de Galicia. Una centralidad que, según ha explicado, se basa en el orgullo de defender a las personas como centro de la acción política y en entender que la irrenunciable misión de lo público es garantizar igualdad, justicia y solidaridad. En segundo lugar, se basa en el ejercicio responsable de una labor de gobierno que trata de lograr “la mejor versión posible de la España de las Autonomías”, con  lealtad a la Constitución del 78 y al Estado Social y Democrático de Derecho que ella estableció.

En este sentido, Herrera ha afirmado que comparte con Núñez Feijóo un profundo sentido del Estado Autonómico, basado en el ‘autonomismo útil’, es decir, no en la  confrontación o la búsqueda permanente de la diferencia o el privilegio, sino en su utilidad para las personas, familias y empresas, contribuyendo así al progreso propio y al general de España. En segundo lugar, un autonomismo basado en el diálogo político y social y también en la convicción de que ese modelo puede reformarse y mejorarse, así como apostar más intensamente por la colaboración y la cooperación.

En este punto, ha recordado que las comunidades de Galicia y Castilla y León vienen trabajando desde hace tiempo en esa cooperación, suscribiendo Protocolos para prestar mejor los servicios a los ciudadanos de las zonas limítrofes. Asimismo, dentro de la Macrorregión RESOE, Galicia y Castilla y León colaboran junto a Asturias y Cantabria y las Regiones Centro y Norte de Portugal en tres cuestiones de interés común, como son el sistema universitario, la industria de automoción y las redes comunicación y transporte.

Por último, ambas comunidades, junto a otras, han impulsado importantes iniciativas sobre los desafíos demográficos, financiación autonómica, infraestructuras y política industrial y energética, los cuatro grandes temas, que según ha afirmado el presidente de la Junta de Castilla y León, constituyen los grandes desafíos de las regiones atlánticas.

Desafíos demográficos

En el primero de estos desafíos, el demográfico, Herrera ha recordado que Castilla y León ha liderado en Europa la exigencia de una Estrategia Demográfica Europea, a través de la defensa del Dictamen aprobado por el Comité de las Regiones en junio de 2016, que ya empieza a dar frutos en algunas de las políticas de la Unión. Asimismo, en España, se está colaborando intensamente con Galicia, Asturias y otras comunidades, a través de declaraciones conjuntas, la creación del “Foro de comunidades con desafíos demográficos”, y llevando a la Conferencia de Presidentes por primera vez este problema, de cuyo debate surgió el acuerdo para una Estrategia Nacional, que el nuevo Gobierno debe aprobar como una de sus primeras decisiones, integrando en ella medidas económicas, laborales, sociales y de extensión de infraestructuras digitales, entre otras.

Financiación autonómica

En esa lucha contra la despoblación, el presidente de la Junta ha subrayado la importancia vital que tiene el sistema de financiación autonómica. Según ha recordado, desde que comenzara la salida de la crisis, distintas comunidades autónomas, entre las que se encuentra Castilla y León, vienen  insistiendo en la urgencia de reformar el modelo de financiación autonómica, lo que constituyó otro de los acuerdos de la última Conferencia de Presidentes, celebrada hace ya más de dos años. A pesar de la inestabilidad política que España ha sufrido desde entonces, Herrera ha reiterado que es momento de insistir en que el cauce para la modificación del modelo debe ser multilateral, sin negociaciones bilaterales ni soluciones individuales, sean cuales sean las alianzas que forje el nuevo Gobierno.

Además, el nuevo modelo debe valorar suficientemente las circunstancias que de un modo real y objetivo condicionan y aumentan el coste efectivo de prestar los servicios en el territorio, muchas de las cuales no dependen tan solo del número y la evolución de los habitantes, sino que son de carácter sociodemográfico, como la extensión superficial y la  dispersión, baja densidad y envejecimiento de la población.

En tercer lugar, el nuevo modelo debe considerar especialmente los costes de la Sanidad, cuyo gasto se incrementa cuanto más envejecida está la población; la Educación, ya que educar en el medio rural es entre un 40 y un 50 % más caro que en el urbano, y la Dependencia, cuya Ley es posterior al modelo de financiación vigente y donde viene incumpliéndose sistemáticamente el reparto al 50 % previsto entre comunidades y Estado.

Y por último, el presidente de la Junta ha recordado que es también imprescindible actualizar en paralelo la Ley de Haciendas Locales.

Grandes infraestructuras

Otro de los grandes desafíos de las regiones atlánticas se sitúa en el terreno de las grandes infraestructuras, factor clave de la vertebración y cohesión de España. Así, y a pesar de los avances en los últimos 25 años, Herrera ha reclamado que ya ha llegado la hora para las comunidades del Oeste, que durante muchos años han asumido “una especie de espera solidaria” en esta materia. En este punto, ha citado ejemplos como la Autovía del Duero o la León-Valladolid.

Y ahí encaja el esfuerzo —compartido con los agentes sociales— en torno al Corredor Atlántico y su ampliación al Noroeste. Así, ha destacado que hay que  seguir insistiendo ante la UE, ya que el proceso que debe culminar entre 2023 y 2027, cuestiones como que las comunidades autónomas deben tener participación en el Plan Director del Corredor Atlántico; la modernización de las líneas ferroviarias del Norte y Noroeste; la conclusión de la electrificación de la línea entre Fuentes de Oñoro-Salamanca-Medina del Campo; la especialización en mercancías de la vía convencional Zamora‐Orense‐Vigo, una vez entre en servicio la Alta velocidad; el desarrollo de las terminales logísticas necesarias; la culminación de las conexiones AVE a través de Castilla y León: con Galicia vía Zamora, con Asturias vía León, con Cantabria a partir de Palencia, y con el País Vasco y Francia desde Burgos y Miranda de Ebro; la reapertura para mercancías del directo Burgos-Aranda de Duero-Madrid y la mejora urgente los servicios ferroviarios con Ávila y Soria.

Política industrial y energética

Por último, potenciar la industria es uno de los grandes retos de las regiones atlánticas. El presidente de la Junta ha destacado que en Castilla y León la reindustrialización ha sido protagonista en esta legislatura que finaliza con importantes acuerdos políticos y sociales, con datos históricos de exportaciones y en innovación, donde Castilla y León se ha situado como quinta comunidad en ‘esfuerzo tecnológico’, alcanzando por vez primera  la media de España.

El salto a la industria 4.0 y el aprovechamiento de todas las oportunidades de la economía digital es uno de los principales desafíos en este ámbito, así como la incorporación de formas de producir cada vez más eficaces, eficientes y respetuosas con el medio ambiente y con la lucha contra el cambio climático. Pero esa transición, según ha reiterado Herrera, debe ser ordenada, planificada y justa, valorando sus costes y beneficios materiales, pero también sociales, y huyendo de cualquier  improvisación que genere consecuencias indeseables.

En este punto, el presidente ha destacado la importancia de la industria del automóvil, tanto para Galicia como para Castilla y León, donde supone el 1/4 del PIB industrial, el 50 % de las exportaciones, 35.000 empleos directos y cerca de 75.000 indirectos. Y ha señalado que las incertidumbres creadas por anuncios de cambios precipitados de tecnologías están causando serios perjuicios al sector y a otros asociados a él, como el de la maquinaria agrícola, el transporte o los concesionarios.

Igualmente drásticas, ha señalado, han sido las decisiones oficiales y empresariales sobre algunas producciones energéticas tradicionales, y en particular sobre la minería del carbón, convirtiendo lo que debería haber sido una transición ordenada  en una especie de “desbandada”, sin alternativas reales actuales. Por ello, Herrera ha insistido en que hay que poner en valor que Castilla y León es una de las comunidades que más contribuyen a la lucha contra el cambio climático y que sus objetivos de eficiencia energética y reducción de emisiones de CO2 son más ambiciosos que los medios de España y la UE. Sin olvidar la apuesta que la Comunidad está haciendo por la biomasa, cuyo mejor ejemplo se encuentra en la instalación que la Junta de Castilla y León está apoyando en Cubillos del Sil.

Por todo ello, el presidente de la Junta ha exigido al Gobierno de España una planificación rigurosa de todas estas cuestiones, que favorezca la modernización y el crecimiento de la industria y contemple alternativas reales para los trabajadores y territorios directamente afectados.