Por la ventana de la clase se colaban los trinos de la primavera. Khaled observaba a los alumnos mientras desarrollaban la redacción, fue cuando escuchó un hipido casi imperceptible. Siguió el rastro del sonido.

-¿Qué sucede? Observó que la niña ni siquiera había comenzado a escribir. Casi temblando levantó la vista del papel y le taladró con aquellos ojazos llenos de lágrimas mientras intentaba explicarse con las pocas palabras que sabía del nuevo idioma. Khaled acarició su pelo y la tomó de la mano. –Tranquila, voy a llamar a una persona que podrá ayudarte. Julia, la novia de su hermano Ahmad, que trabajaba en la ONG “Mundo Justo”, llegó a la escuela para calmar a la  pequeña refugiada huérfana. La vida, quién repartirá los papeles de la vida, necesita de personas, de organizaciones que ofrezcan alternativas y soluciones a las necesidades de tantos seres que en el mundo carecen de comida, casa, cariño, empatía…

Mordida existencial: En este caso la mordida vaya para dos personas que han convivido en un precioso libro titulado “Gente Corriente… y Otras Especies”. Luís Ángel Manceñido con su fotografía, que como que como dice Oscar Calzado en la entrada del libro: “Gente corriente… y otras especies, no es un libro de fotografía, es una declaración de intenciones, es gritar en silencio, es correr descalzo, es desnudarse bajo la lluvia, es respeto, es chocolate negro, es verdad y amor”. Este libro lleno de fotografías que respiran, tiene además el añadido de los preciosos y entrañables versos de Nuria Antón, que va creando una escalera llena de sílabas y sentimientos que abrazan a las instantáneas con suculentas palabras. Pero lo más bonito del libro titulado “Gente Corriente y… Otras Especies” es que es totalmente humanitario y solidario. Hay que adquirirlo y contemplarlo te atrapa desde la primera fotografía, además  la recaudación total e íntegra va, una mitad para Parkinson-León y la otra mitad para la ONG Mundo Justo.

Destacar también el último poemario de Nuria Antón, titulado “Cárcel”, sus versos se te ensortijan en la piel mientras eres testigo de la desnudez de su alma. Nuria Antón,  nos deja en este poemario un crecimiento como persona y como poeta. Ahí dejo una muestra. El poema se titula Al Doctor Collado / Mis ojos llevaban la súplica / y tus manos el consuelo. / Tan solo dos palabras / callaron mis silencios. / Al fin, una respuesta / y el nombre / de mi pareja de baile.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.