-¿Vamos mañana al concierto de Villoria de Órbigo? Es de un coro polifónico  que tiene un amplio repertorio  de música coral navideña de todo el mundo y de épocas muy remotas.  Le propuso Manuel a su amiga.

           – No es que sea muy entendida, ni me hagan mucho tilín los conciertos de corales, ya sabes que lo mío es el rock, pero bueno te acompaño, siempre se aprende.

           Al día siguiente, para sorpresa de la muchacha, la iglesia parroquial de Villoria de Órbigo, donde se efectuaría el concierto estaba llena cuando llegaron Manuel y ella.

           Durante el concierto, Manuel se percató de que a su amiga, le estaban gustando mucho las canciones y todo el extraordinario trabajo de aquella coral.

           Cuando terminó el concierto la chica agradeció a Manuel la invitación, había pasado un rato lleno de sentimientos a flor de piel. Aquellas voces le habían dejado un buen poso en el alma. La limpieza de aquellas voces, invitaba a la calma. Además, la presencia del pianista  Mario Morla, dejó notas incrustadas en los recuerdos de aquella niña que aún asomaba a su rutina.

           – Tengo que decirte que me ha emocionado su forma de interpretar. Además es de agradecer que su director Guillermo, explique antes de cada canción la procedencia, quien es el autor, los arreglos que se han realizado después por distintos músicos, incluidos los que él mismo ha dado a varias interpretaciones. En fin una tarde magnífica escuchando a la coral CantArte.

           Todo el mundo a la salida del concierto, comentaba lo mucho que les había gustado escuchar aquellos villancicos de manera tan sublime y lo que habían disfrutado del trabajo de los componentes de la coral.

           Guillermo Alonso Ares ha desarrollado un trabajo estupendo con esta coral CantArte y sus frutos se aprecian en cada concierto.

           Mordida existencial: Es tiempo de catarro, de virus, de bacterias, etc… También es tiempo de emociones y recuerdos, malos y buenos, que de todo tiene que haber, por eso si se nos brinda la oportunidad de escuchar y deleitarse con la coral CantArte, no debemos perderla, es una buena píldora para curar desafectos, olvidos, soledades, tristezas…, en fin, que durante el tiempo que duró el concierto, en la iglesia parroquial de Villoria de Órbigo, Guillermo Alonso Ares y la coral CantArte, nos sanaron las fibras de las emociones.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo