Nacho, de escuela callejera, inició el festival que, por momentos, se vio peligrar. 4-1 con un Cristiano sobresaliente y un Bernabéu entregado. El Real Madrid tiene media liga en su mano

Fue una jornada de las de antes, de las marcadas por el transistor, de las de estar pegados a la radio escuchando goles y más goles simultáneamente. Lamentablemente esto ya solamente se da en las últimas jornadas, pero lo seguimos disfrutando con una sonrisa. 

En el duelo que nos ocupa, Real Madrid y Sevilla midieron sus fuerzas en medio de la lucha por el campeonato por parte de los merengues. Y los de Zidane salieron convencidos de que no podían fallar. El primer gol, nos pilló a los presentes en el Bernabéu por sorpresa. Falta al borde del área y Nacho, el más listo de la clase, tiró de picardía para lanzar, sin previo aviso, y mandarla a guardar. En medio del vendaval blanco, Jovetic la pegaba violentamente a la cruceta y, apenas segundos después, volvió a probar a Keylor Navas que la sacó con el pie. Se desperezaba el Sevilla poco a poco, pero apareció Cristiano. Robo de Asensio en la media cancha, contra del Madrid. Primero el mallorquín, luego James que la estrella en Rico y Cristiano la empuja en el rechace para el 2-0. Los andaluces no se rendían y Jovetic la volvía a estrellar en el palo con una vaselina casi perfecta. Justo antes, Correa le dio al muñeco.  El Real Madrid lo veía ganado y le dio el balón al Sevilla. Los locales se relajaron y continuaba apretando el equipo de Sampaoli. El montenegrino la volvió a tener, pero Keylor tapó y sacó las manos de manera prodigiosa. Los equipos enfilaban vestuarios después de una primera parte repartida en dominio. 

Y la caraja continuaba en el Madrid. Jovetic, esta vez sí, la ajustó perfecta a la base del palo para acortar distancias. El partido se tornó en un ida y vuelta peligroso para el aspirante al título. Y el público lo notaba y se impacientaba. Se enrarecía el ambiente mientras Neymar goleaba en Gran Canaria. Y llegó el portugués, vestido y bañado en oro de muchos quilates, puso el 3-1 con un zapatazo con su zurda. Y Kroos se sumó a la fiesta. Asensio rompió líneas, se la puso a Nacho y este atrás para Kroos, que liquidaba un partido que se puso feo por momentos. El Bernabéu se dedicó a cantar y jalear con olés cualquier jugada de su equipo. La afición se entregó a la causa madridista, que está muy cerca de volver a ganar la Liga. 

El festival no fue de la canción, fue de fútbol. El Sevilla dio problemas hasta que Cristiano Ronaldo quiso. Su zurdazo liquidó el encuentro. Los de Zidane, un paso más cerca de ganar la Liga. James pareció despedirse del Bernabéu.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Jeiser White @JeiserWhite