“Morir en lugar de alguien a quien se ama” / Dice como rezando la protagonista de la película / que ha decidido enfrentarse con la muerte / por amor, que ha decidido dejarlo todo / porque no es nada la vida sin amor / aunque yo piense a diario, cuando amanece / o anochece / no necesito el amor, no es necesario / podemos estar solos, si / como los árboles que siempre están solos, recluidos / libertad lo llamamos a veces / para reconocernos aunque nadie nos conozca ya / Aspiro a molestar a alguien / Aspiro a quitarle el veneno a alguien / Aspiro a tirar los frutos que no has comido / Aspiro, lo confirmo, al amor.   

Los versos anteriores pertenecen al exquisito poema “Crepúsculo” del poemario Accidente de Camino Román Álvarez, galardonada con el accésit del prestigioso premio internacional de poesía Adonáis de este año. Ayer, para iniciar el ciclo de actividades culturales que desde el ayuntamiento se están poniendo en marcha para este mayo, en Veguellina de Órbigo, tuvo lugar la presentación del poemario Accidente, con el que Camino Román Álvarez, consiguió entrar en la élite de las letras.

Letras, versos, signos que tiñen la arquitectura alba del folio, o la ventana blanca del ordenador, o la pantalla vacía del móvil. Letras, versos, signos que dejan al descubierto los hilos de los que pende la marioneta que nos mueve por la ruta en la que otras huellas, nos dejaron sus mensajes.

Letras, versos, huellas, signos que han llevado a Camino Román Álvarez a ser accésit este año, del prestigioso premio internacional de poesía Adonáis. Camino puede presumir de un tercer apellido logrado, desde mi humilde opinión, con honestidad, ella dice lo que piensa, con humildad, con inteligencia, con humor, con detalles que nos hacen tilín según vamos leyendo sus poemas.

Ayer esta joven veguellinense, presentó junto al edil de cultura del ayuntamiento, Balbino Ferrero y a Tomás Néstor González Álvarez, el poemario Accidente, que es el que la ha llevado a  pertenecer a la familia Adonáis. Como recordó Tomás Néstor, todos los poetas que han llegado al Adonáis, luego han devenido en grandes y extraordinarios poetas  y literatos. Los laureados de nuestra comunidad  van desde Gamoneda, finalista en 1959, pasando por Colinas accésit en 1968, siguiendo con Mestre ganador del Adonáis de 1985, continuando con Curiel, accésit en 2000, también con Ruth Miguel, accésit en el 2011, hasta llegar a Camino Román Álvarez, accésit en 2016.

Mordida existencial: Para Camino Román Álvarez un fuerte abrazo por el premio, pero sobre todo por ser y estar como cree que debe. Por escribir de una forma aparentemente fácil, pero que te llega hasta el miocardio. Y para todos los que asoméis a esta ventana de letras, deciros que leer Accidente, os puede reducir algún dolor de cabeza y hasta animaros a traspasar al papel alguna que otra idea, ya que es un accidente curativo.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.