Castilla y León cumplió el objetivo de deuda aprobado para 2016, tras cerrar el ejercicio con un saldo vivo de 11.316 millones de euros, una cantidad equivalente al 20,4 % de su Producto Interior Bruto (PIB). Los datos difundidos hoy por el Banco de España revelan que la Comunidad despidió el año como la octava más saneada en términos relativos y que su ratio de endeudamiento se situó 4,5 puntos por debajo de la media del conjunto de autonomías, que fue del 24,9 %.

El Consejo de Ministros ratificó a finales de diciembre el acuerdo previo del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que asignó a Castilla y León un objetivo de deuda del 19,8 % del PIB autonómico, tras revisar el inicialmente fijado como consecuencia de la ampliación del límite de déficit al 0,7 % para las comunidades.

Aunque la estadística del organismo regulador refleja un porcentaje mayor, del 20,4 %, hay que tener en cuenta que el Ministerio de Hacienda y Función Pública establece lo que técnicamente se denominan márgenes adicionales de endeudamiento a efectos de verificar el cumplimiento del objetivo.

En concreto, considera una excepción la deuda asociada al exceso de déficit del ejercicio 2015. A este respecto, cabe recordar que fue la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien en abril del año pasado logró arrancar al ministro del ramo, Cristóbal Montoro, el compromiso de que este último concepto no se contabilizara a la hora de determinar si las autonomías respetaban el techo de deuda.

De este modo, a la vista de las cifras publicadas hoy por el supervisor bancario, puede afirmarse que la Junta ha cumplido en 2016 su compromiso en materia de deuda pública, como también lo ha hecho con el déficit. Además, la Comunidad ha cerrado el ejercicio como la octava más saneada del país, por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, Navarra, La Rioja, Galicia y Asturias.

El Banco de España incluye en el balance de Castilla y León los préstamos suscritos en 2015 con cargo al Fondo de Facilidad Financiera (FFF) por importe de 2.053 millones de euros y las operaciones de ‘factoring’ sin recurso, es decir, la cesión a instituciones financieras de algunos créditos comerciales frente a las administraciones públicas.

Asimismo, contempla los préstamos para proyectos de colaboración público-privada y los formalizados por el Gobierno de la Comunidad para apoyar a las empresas –por importe de 424 millones financiados en su mayoría por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –, por los que se recuperan para las arcas autonómicas tanto el capital como los intereses correspondientes.

Cuatro emisiones de deuda exitosas

Los 11.316 millones de euros de deuda viva alcanzados al cierre de 2016 están contabilizados de acuerdo con la metodología del Sistema Europeo de Cuentas (SEC). Si se analiza la composición de la cartera, conviene destacar que han ganado peso en el último ejercicio las emisiones –que suponen el 26,5 % del total concertado– frente a los préstamos –que representan el 73,5 %–, lo que contribuye a ir equilibrando la estructura del endeudamiento.

Esto es consecuencia de las cuatro emisiones satisfechas con éxito en los meses de junio, octubre y noviembre, por un montante total de 740 millones, y en ventajosas condiciones tanto por los tipos de interés como por los plazos de amortización. Es oportuno resaltar que este tipo de formato aporta a la Comunidad visibilidad y la ampliación de la base inversora, además de favorecer su imagen por su capacidad de acceso a los mercados.

En lo referente a la titularidad de la deuda de Castilla y León, el 94,2 % corresponde a la Administración; el 4,9 % es responsabilidad de las universidades y entes públicos de derecho privado, y sólo el 0,9 % recae en las empresas públicas.

La comparativa con otros territorios pone de manifiesto que el pasivo de la Comunidad –11.316 millones de euros– representa sólo el 4,1 % del endeudamiento del conjunto del sector autonómico en España, que al término del pasado año ascendía a 276.899 millones de euros.

Además del endeudamiento SEC, el organismo regulador aporta información sobre las empresas públicas cuya deuda no computa porque realizan actividades de mercado. Al cierre de 2016 se situó en cifras absolutas en 171 millones, el 3,7 % del total nacional, y en términos relativos continuó en el 0,3 % del PIB, una décima menos que la media.

Para finalizar, la suma de la deuda que contabiliza el Sistema Europeo de Cuentas (11.316 millones) y la que no (171 millones) asciende a 11.487 millones, una cifra equivalente al 20,7 % del Producto Interior Bruto.