De milagro en milagro y puntúo porque me toca se mantiene el Real Madrid en la lucha por la Liga y por la Champions. Como si del juego de la Oca se tratase, cada vez que el conjunto blanco deja el partido en manos del azar, el dado siempre saca la puntuación para que caiga en la casilla de Sergio Ramos.

Con esto vuelve a sumar y así una y otra vez. Los merengues avanzan con viento favorable, una corriente que maneja el capitán a su antojo. Como decía el fallecido Andrés Montes en referencia a Shaquille O’Neal: “Hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero”. En esa postura parece haberse puesto el 4 del Real Madrid. Él decide cuando y como marca, en que partido y siempre, cuando se pone extremadamente complicado.

Es por ello que nos hacemos la pregunta que da inicio al artículo. El Real Madrid tiene un problema de juego, de consistencia y de regularidad. Así como contra los grandes da la talla, contra los más modestos sufre excesivamente y más, en el Santiago Bernabéu. Relajación, carencias tácticas y una dosis de fortuna son varios de los causantes de esta situación. De momento, la moneda siempre cae de cara, ya se encarga de ello el de Camas pero, por estadística, algún día saldrá cruz. Sergio Ramos tapa muchas veces todos los problemas de juego del equipo de Zidane.

Los resultados positivos ocultan siempre la realidad, eso lo sabemos. Lo cierto es que la afición del Madrid no está contenta y espera mucho más de su equipo y se lo hace saber cada vez que juegan de local. La Oca es un juego de azar, no lo olvidemos y el fútbol, es algo más que eso. No se puede vivir siempre de los milagros de Sergio Ramos.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Jeiser Javier Blanco @JeiserWhite y Federico Titone @fedetitone