El Madrid consigue un resultado bueno, pero a la vez engañoso en un partido complicadísimo. Un Nápoles valiente, tuteó por momentos al Real Madrid y le metió más de un susto. Objetivo italiano, conseguido, marcar fuera de casa. San Paolo será un infierno.

El encuentro comenzó como mandan los cánones de la Champions. Intensidad y velocidad fue lo que ofrecieron Real Madrid y Nápoles. Con más precisión el conjunto blanco en los primeros instantes, pero los que dispararon e hicieron diana fueron los italianos. Empanada defensiva, Keylor adelantado y gol de Insigne tras gran pase de Hamsik. Fallo en cadena madridista y 0-1, lo que no quería Zidane y que había advertido en rueda de prensa. También advirtió de la movilidad de los pequeños y así fue. Insigne, Mertens y Callejón, apoyados magistralmente por Hamsik, volvían locos a la zaga local y más de un pase envenenado pudo acabar de otra manera. Pero apareció Carvajal que se puso el traje de repartidor de caramelos, habitualmente llevado a medida por Kroos, y se la puso a Karim para solamente meter la cabeza. 1-1. Benzema y Modric se dedicaban a inventar y se la pusieron en bandeja a Cristiano, que falló enviando el balón a la grada. En la recta final del primer acto, Benzema la volvió a tener, pero envió al palo tras desvío defensivo. El Madrid asediaba, incordiaba, peleaba, pero no terminaba de materializar. El Nápoles, buscaba la contra echado atrás por el empuje del Madrid tras su buen inicio.

Los italianos empezaron la segunda mitad como la primera, apretando. Sin embargo, fue el Madrid el que cantó bingo. Genial jugada de Cristiano por la derecha que termina en pase atrás para que Kroos la mande a guardar. Empezó la apoteosis. Balón en el aire, Casemiro la olió, la olfateó, la suavizó con la mirada y dijo ‘Booooooooooom’. Trallazo a la escuadra mediante un misil aéreo que enloqueció al Bernabéu. En medio del éxtasis, avisaba el conjunto de Sarri. Balón filtrado por arriba, Callejón atrás y Mertens, incompresiblemente, la mandó a la grada. La misma que esa, pero por abajo la volvió a tener el belga y tapó bien, esta vez sí, Keylor. ¿Me voy a por el cuarto o espero? Esa era la gran duda del Madrid y de eso se aprovechaba el Nápoli. Anotó Callejón, el ex, pero no subió al marcador por fuera de juego. Marcelo la tuvo para los merengues. Ida y vuelta que metía el miedo a la grada. Las imprecisiones se hicieron protagonistas por el cansancio en los minutos finales. Final, 3-1.

Un buen Madrid, intenso y combinativo logró sacar el partido a pesar del gol inicial del Nápoles. Casemiro metió uno de los mejores goles de la temporada. La eliminatoria queda con un futuro incierto. A San Paolo.

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Federico Titone @fedetitone