El América de México será el rival en las semifinales del Mundial de Clubes del Real Madrid. Muchos ya hablan del favoritismo absoluto del conjunto de Zidane pero, hoy mismo, vimos como el Kashima eliminaba al campeón de la Libertadores, Atlético Nacional, y saltaba la gran sorpresa del Campeonato.

El América, en su centenario, empezó con dudas bajo el mando de Ignacio Ambriz, que fue destituido tras perder con León en el Azteca. Pero con el cambio de técnico fue a más. Ricardo La Volpe dirige a las Águilas con maestría desde su llegada. 15 partidos invicto y en la final del Torneo Apertura 2016 en México le avalan. La final la jugarán contra los Tigres del polémico ‘Tuca’ Ferreti los días 22 y 25 de Diciembre, tras su participación en el torneo en Japón. No es el mejor América de los últimos años, lejos de aquellos jugadores como Layún, ahora en el Oporto y que rescató para el fútbol el flamante ‘Piojo’ Herrera, el fallecido ‘Chucho’ Benítez, o del mejor nivel del superclase, Rubens Sambueza, o del ídolo Nacional, Don Cuauhtémoc Blanco.

El fútbol mexicano demuestra cada vez en su liga que está a un gran nivel, con gran ritmo de juego y mucha calidad, pero el problema viene cuando compiten fuera de su territorio. Tanto en aspecto de clubes como con la Tricolor, en el fútbol mexicano carecen de ese gen competitivo y ganador, de esa mentalidad que te lleva a lograr los triunfos más grandes. Se vio cuando compitieron en Libertadores, permitidos desde 1998 a pesar de no ser de la misma Confederación, pero que ya no volverán a hacer. Solamente, en tiempo más reciente, Tigres dio la talla aunque perdió la final con River Plate en 2015. Años atrás, las Chivas de Guadalajara en 2010, y Cruz Azul en 2001, también perdieron el partido definitivo. El ‘Rebaño Sagrado’ claudicó ante el poder económico del Internacional de Porto Alegre en ese momento (acaba de descender por primera vez a Segunda) y la ‘Máquina’ perdió ante Boca Juniors en la tanda de penaltis en la Bombonera. 

En el combinado nacional, Robben, y su piscina en 2014, les evitó de un pase histórico a cuartos de final, algo que nunca han conseguido y que, por talento, no se explican las decepciones año tras año.

Es por ello que mañana tienen una gran prueba. El Real Madrid llega con la racha de 35 partidos sin perder, pero sin un juego optimista como para declarar que ya están en la final. Esto es fútbol y hay que jugarlo. El América es el Real Madrid de allí a nivel de entidad, afición y por el odio que transmite a las demás hinchadas. Los anti-americanistas se reparten por igual a los anti-madridistas, solamente porque son las instituciones más grandes de sus respectivos países.

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: www.marcetprofessionalprogram.com y www.latabernaonline.com