San Paolo es un estadio único, un templo de los de antes, un lugar místico que evoca a grandes momentos de la historia del fútbol. Lejos queda en este caso la modernidad de muchos de los estadios actuales, lejos queda cualquier sensación de seguridad tanto dentro, como fuera del recinto. Nápoles es diferente y San Paolo, un infierno. 

Sensación de abandono

Eso es lo que transmite el estadio según te vas acercando. Verjas descuidadas, oxidadas, y mucha suciedad por los alrededores. Según dábamos la vuelta de reconocimiento por las afueras, comprendíamos de que se trataba esto que estábamos viviendo en primera persona. Una ciudad diferente, la olvidada del sur de Italia y de Europa. Nápoles está abandonada a su suerte, o eso es lo que transmite. Eso es lo que la hace mágica.

Entrada al Templo de D10S

Preguntamos a uno de seguridad, siempre con el miedo en el cuerpo, a ver si podíamos entrar a hacer una foto. «¿Possiamo entrare per farci una foto per favore?», fueron las palabras exactas en un italiano básico. El empleado accedió y nos dispusimos a entrar. Algo te recorre el cuerpo, una energía distinta, extraña, desconocida. Llegamos a la grada, lo habíamos conseguido, habíamos entrado al Templo de D10S, al que fue hogar de Diego Armando Maradona. Sus gradas, desgastadas por el paso del tiempo y vacías, aunque llenas de alma. Muchos estadios podrán ser muy modernos, tener facilidades y toda esa moda del Siglo XXI, pero este Templo tiene vida aún vacío. 

¿San Paolo, dónde?

Fijándonos bien una vez allí, no encontramos el nombre del recito por ningún lado. Obviamente sabemos que estamos en San Paolo, pero seguro que hay algún despitado que pase por allí y ni se entere. Tan solo en el marcador electrónico, bueno, en la pantallita del medio de la tribuna, aparece el nombre. 

Agujero en el suelo. ¿Para qué?

Cuentan los lugareños que este agujero hecho a la orilla de una de las entradas de San Paolo fue hecho por los propios hinchas del Napoli para poder entrar al Napoli – Chelsea de Champions de hace pocos años, cuya entrada la tenían prohíbida. 

Infierno

Vacío mete miedo. Lleno, no me lo quiero ni imaginar. Perdón, no me lo quiero imaginar, quiero vivirlo. 

Les dejamos una serie de fotos de las afueras de San Paolo, para que se imaginen lo que puede ser un Nápoles – Real Madrid en ese estadio. Algo más que fútbol:

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Juan Lorenzana Prieto @juanlp91