La exposición la componen 20 piezas de técnica mixta [acrílico, óleo, tinta, hierro] sobre soporte de madera; con unas medidas de 60x60cm (14piezas) y 30x30cm (6piezas).

Nuria Palencia es una autora que trabaja sus exposiciones de forma temática; sus obras representan un mundo iconográfico definido por la elección del discurso. Un discurso que elige por interés personal y que lo hace suyo, lo interioriza y trabaja hasta convertirlo en una propuesta expositiva con entidad propia.

En esta ocasión su NAUTILUS nos acerca a un mundo escondido en el océano, nos arrastra al ensimismamiento a través de un mundo iconográfico transitado por criaturas abisales que surcan cada una de las piezas presentes en la exposición invadiendo el espacio casi en su totalidad y permitiendo solamente su interacción con algunas piezas de hierro que nos conectan con un mundo marino de barcos perdidos, un cosmos de seres misteriosos que conviven con los vestigios del hombre en una armonía perfecta. La pintura está trabajada en ese mismo sentido, de modo que las obras parecen haber sido pintadas debajo del agua. La autora que nos tiene acostumbrados a piezas más figurativas, se lanza en Nautilus a un territorio lleno de color y abstracción; la representación de su iconografía es sugerida levemente, los seres parecen estar flotando plenamente integrados en el espacio que los circunda, acotados por el propio límite de la madera, insinuación de un espacio infinito que nos transporta hacia la quietud.

El imaginario de Nautilus nos sitúa a medio camino entre la fantasía y la exploración interior del autoconocimiento. Las criaturas abisales nos hacen soñar con mundos desconocidos y de una gran belleza, y nos sumergen en el silencio, un silencio que parece unirnos definitivamente al mar. Ante las obras de Nuria Palencia el espectador desearía ser el Capitán Nemo y explorar el mundo submarino en una suerte de ensoñación. Y como en una suerte de viaje, Nuria Palencia nos invita a la atracción del abismo, Nautilus nos lleva a los límites sugestivos de la estética … contemplamos un mundo físico de seres inusuales y del mismo modo nos invita a acercarnos a las sensaciones que provocan en nosotros, cumpliendo así la premisa que todo viaje nos ofrece, un viaje físico y un viaje interior.

Marisa Fernández Díez

Lic. en Historia del Arte