— ¿Pero doctor, me recomienda ejercicio con este dolor de espalda que tengo? Usted sabrá mucho de medicina, aunque digo yo que…

— Siento mucho defraudarle, pero ese episodio de dolor, puede que se le pase con la crema que le he recetado y acudiendo a clase de gimnasia de mantenimiento. Se ve que está perdiendo masa muscular porque apenas se mueve. ¿Me equivoco?

— Pues no, no se equivoca doctor, perdone, creía que si me dolía la espalda, sería mejor guardar reposo.

— Vamos, vamos, que no es para tanto, verá como le va a ir bien apuntarse a clases de gimnasia de mantenimiento, así se relaciona con los demás alumnos y seguro que hasta se echa unas risas mientras hace los ejercicios.

Sinforosa salió de la consulta y se fue despacio hasta la sede de la asociación de jubilados. Allí se informó y pagó la cuota correspondiente a las clases de gimnasia. Al día siguiente se levantó algo mejor, ya que la crema que le había recetado el doctor, había calmado la zona dolorida de su espalda. Por la tarde, se dirigió al pabellón municipal de deportes de Veguellina de Órbigo, pues allí tenían lugar las clases de gimnasia.

— Buenos días Sinforosa. Veo que está usted mucho mejor, diría que se ha levantado de un excelente humor.

— Tengo que pedirle perdón. El otro día estuve un poco… picuda con usted. Además debo darle las gracias, tenía razón, qué bien me está viniendo la clase de gimnasia, y qué bien me lo paso. Lo que me he perdido por no haber ido antes, menos mal que tenemos un médico estupendo. Me he permitido traerle una tarta de manzana, dicen que me queda muy bien, para que me perdone lo borde que estuve el otro día.

Sinforosa le da las gracias a su doctor, yo se las doy a nuestro estupendo profe de gimnasia de mantenimiento. Muchas gracias Javier Lera, para nosotros Javi, por ser como eres. También le doy las gracias a la directiva de la asociación de jubilados de Veguellina de Órbigo, a los que son y han sido, los que con su esfuerzo, han mantenido la asociación en pie. Como no, agradecer a todos mis compis los buenos ratos. Itero las gracias a nuestro joven Javi, que se preocupa por nosotros y nos anima cada día.

Lamiguería: Se me ocurre pensar que el único ejercicio que tienen algunas personas en la vida es sobrevivir, porque sus países están en guerra. Léase Ucrania y Gaza. Allí el único ejercicio es seguir soportando humillación y dolor para seguir respirando.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.