Nada mejor que iniciar abrir esta sección dedicada a ‘La buena vida’ dedicando unas líneas a uno de los placeres que se pueden disfrutar cuando se va de vinos o cañas y se desea tomar una buena tapa, o bien cuando se acude a un restaurante y se quiere calibrar la calidad de su cocina.

La croqueta es un pequeño bocado, pero puede constituir toda una delicia gastronómica, o por el contrario ser una bola de grasa que contiene una masa rancia, pringosa, compacta y desagradable.

No vamos a decir aquí cuál es la mejor croqueta de León, porque sin duda existen gustos variados y todos ellos son respetables. Hay quienes valoran especialmente que sea una bechamel muy líquida, y otros la prefieren cremosa y un poco más sólida. También hay discrepancia entre quienes quieren una cobertura crujiente y quienes la prefieren ligera y casi inapreciable.

No diremos por ello cuál es mejor, pero citaremos varias de las que ocupan un lugar privilegiado en esa clasificación de ‘Mejor croqueta de León’.

Para empezar hay que señalar la croqueta del bar ‘La Calea’ (Calle Serradores nº2). Es una auténtica maravilla, crujiente por fuera y con un interior sabroso y muy agradable. Se ofrecen en tres sabores (cecina, queso y picadillo), se pueden encargar para llevar a casa, y también acompañan como tapa cada consumición, junto con un trocito de tortilla de patatas (Una copa de prieto picudo rosado + dicha tapa = 2’20 euros)

Otra que se ha de nombrar es el croquetón del Restaurante ‘El recreo de Resty’ (Calle El Musel nº9, Villaquilambre – León). Como en el caso anterior, destaca su rebozado crujiente y el interior que tiene también similar consistencia y cremosidad. Muy ricas. Son de tamaño hermoso, pero no se pueden tomar de tapa, sino sentados a la mesa.

El trío ganador lo completan las croquetas de Ana, en el ‘Restaurante Bodega Regia’. Su cobertura es más fina, y su interior algo más líquido, con un sabor riquísimo a buen jamón.

Hay otras croquetas con cierta popularidad como las del ‘Bar Nápoles’ (Calle Comandante Zorita nº 4 de León), que fueron en su día dignas de consideración, pero que han perdido con el tiempo en tamaño y cremosidad, y hoy son un mucho más ‘mazacotes’.

Y se han de citar las croquetas del ‘Bar el Rebote’ (Plaza de San Martín 9, en pleno Barrio Húmedo de León). Fueron en su día famosas, y con razón, pero hoy en día no tienen nada que ver con ese pasado. Son mucho más pequeñas y francamente poco apetitosas.

Y aquí concluimos este pequeño repaso … de momento. Seguiremos investigando y probando porque, ¡la vida es más buena con una buena croqueta!