Es cierto que los astorganos perdieron el partido, pero es verdad que podían haberlo ganado.

Y,  sin duda, merecían haber tenido un mejor resultado.

Porque jugaron con arrojo y valentía. Con decisión. Aunque hacía mucho frio en la Eragudina, se sentía el calor de los 2.300 aficionados que, bien abrigados, contagiaban su alegría, emoción y  esperanza con cánticos y aplausos a cada una de las jugadas de los de Lago.

Los primeros minutos del encuentro  nos llenaron a todos de esperanza. El Astorga jugaba bien y el Sevilla se defendía, pero sin ideas ni aciertos.

Pero las ocasiones no se presentaban y  cuando lo hacían, el balón no lograba entrar  en la  portería de los visitantes, pues un portero, alto y fuerte,  la defendía con arrojo.

La suerte nos fue esquiva desde el aciago momento en que el árbitro, en una falta sobre Januzaj, pitó penalti y Sergio Ramos lo trasformó en el primer gol de la noche.

Ese tanto del capitán sevillista ensombreció la Eragudina y dificultó la marcha del partido.

Así acabó la primera parte.

La segunda arrancó con  otro ritmo. Los jugadores hispalenses salieron envalentonados y aunque los maragatos continuaron luchando cada balón, nada fue igual.

Y en el minuto 68, un saque de esquina que Gattoni transformó en el segundo gol.

Diego Peláez nos emocionó a todos cuando un minuto después, en el 69, estuvo a  punto de conseguir el ansiado tanto para el Atlético de Astorga.

Más tarde, lo intentó Ivi y otra vez Peláez, sin resultado. Barredo, nuestro portero, que se tiraba por el balón con seguridad y energía, hizo un gran partido.

Los sevillanos en este tramo final del partido, sabiéndolo ganado, jugaban sin comprometerse.

Acabó el partido y los aficionados  maragatos respetaron la indicación de salir ordenadamente y no saltar al campo, aplaudiendo a rabiar a sus jugadores que lucharon con limpieza y buen juego por la victoria..

Los sevillanos nos sorprendieron a todos desde el principio, al no aplaudir ni corear los goles de su equipo, ni el de Ramos, ni tampoco el que marcó Gattoni, un bonito gol de cabeza y por la escuadra.

Su silencio y compostura nos parecían admirables.

Pero no es de extrañar, porque Sevilla  y los sevillanos viven impregnados  de la fragancia de “al-azahar” la flor del naranjo, blanca y delicada, cuyas propiedades hipnóticas y relajantes son conocidas desde tiempo inmemorial; quizá por eso, porque calma los ánimos y tranquiliza los ardores, es por lo que los sevillanos son alegres, tranquilos y sosegados. Su amabilidad y su sonrisa contagian y han hecho placentera su estancia en esta ciudad de Astorga.

Una ciudad  que en poco puede competir con la capital hispalense. Su Catedral, la Torre del Oro, las imponentes vistas desde “El Metropol Parasol,” el Anticuarium, el Alcázar, o la Giralda,   llenan  de turistas, visitantes y viajeros  a Sevilla, la capital bañada por el Guadalquivir.   En el descanso, algunos de los aficionados hablaban con un grupo de sevillistas que nos contaban cuando nació su Equipo  y quien lo fundó.

Datos que más tarde pudimos completar en “Google” “Corría  el año 1890, aprovechando la tradición escocesa de la Noche de Burns, que se celebra cada 25 de enero, un grupo de británicos y españoles decidió fundar un club de fútbol (FC), es decir, un club que jugase conforme a las reglas de la Football Association (no las del football rugby). Paralelamente, aquella misma noche se tomaron otras dos importantes decisiones: en primer lugar, que el club llevase el nombre de la ciudad en la que radicaban sus fundadores (Sevilla), y en segundo lugar, consensuar y elegir los principales cargos de la entidad (presidente, secretario y capitán)”. El primer presidente del Sevilla Football Club fue Edward Farquharson Johnston, vicecónsul británico en la ciudad;

Nos sorprendió esta información y después de explicarles cuando nació nuestro equipo y quien fue su fundador, compartimos su alegría y juntos creamos  un ambiente de fiesta, a pesar del resultado que, para nosotros, no fue bueno.

Felicidades al Equipo Directivo: al presidente Manuel Ortiz,  y a Carlos Fernández y Javier González, al entrenador  José Luis Lago y a todos y cada uno de los jugadores que lucharon con denuedo en  este honroso partido: (Barredo; Jony (Davo, min. 58), Manso, Andrés, Matos (Herrador, min. 77); Chris (Misffut, min. 71), David, Ivi Vales; Peláez (Sergio, min. 77), Albertín (Quintana, min. 77), Javi Amor).

Y reconocimiento a la directiva  por la excelente organización de todo lo que tuvo que ver con un evento de esta categoría: seguridad, emergencias, orden, limpieza, cuidado del campo, luz, sonido y marcador.

Gracias también a los colaboradores y colaboradoras que siempre, pero en esta ocasión más, hacen posible la buena marcha de la intendencia del partido.

Gracias al buen juego de nuestro equipo hemos tenido la suerte de que el Sevilla,  un equipo de primera división, juegue en nuestra ciudad. Y eso es un gran orgullo.

Se acabó la Copa. No obstante, seguimos vivos en la Liga.

Felicidades Atlético Astorga.

Aúpa Astorga.

Un frio día de diciembre de 2023.

Victorina Alonso Fernández.

Fotos: Irene Vicente