4.000 millones de euros y 20 años después, ya está en marcha el tren de alta velocidad a Asturias desde el 30 de noviembre de 2023.
Ayer fue la inauguración oficial con las autoridades estatales, autonómicas y locales, hoy ya comienzan los viajes comerciales recortando sensiblemente (más de dos horas) la duración de los traslados por tren desde Asturias a Madrid.
Los políticos aplauden o abuchean según el lado en el que estén, sin tener en cuenta que en los últimos 20 años (tiempo de duración de las obras) han gobernado unos y otros por lo que todos son responsables de lo bien o mal que han ido las obras.
Antonio Silván, diputado del PP, ha criticado duramente el resultado de las obras, “se tarda más desde Madrid a Asturias que de Madrid a Sevilla con los mismos kilómetros”. Bueno, pues ganas de criticar, parece que no conoce la geografía española, ni los desniveles de la meseta norte al nivel del mar. Cosas de los políticos con mala intención.
En cuanto al coste, dicen que ha sido caro 4.000 millones de euros para la obra de ingeniería con más dificultades geográficas de Europa. Los ingenieros y economistas sabrán de ello, no ha sido un trabajo fácil.
Barato es si lo comparamos con los 1.400 millones de euros que se van a dar para dejar de regar en las proximidades de Doñana a razón de 100.000 euros por hectárea. Esto si que es caro. Les dan esa cantidad para dejar de regar, siguen siendo propietarios de las tierras, y además los riegos, que eran ilegales en su mayor parte, ahora quedan blanqueados. Esto si que es un gasto desmesurado, absurdo y mal administrado. En eso si, se ponen de acuerdo los políticos de derecha y de izquierda, pero el dinero de todos debe utilizarse mejor. A algunos los van a enriquecer sin trabajar.