La Federación Leonesa de Empresarios (FELE) analiza los datos de empleo en la provincia de León del pasado mes de agosto y valora positivamente el descenso en 288 personas (-1.34%) en las listas de desempleo. León cuenta en la actualidad con 21.161 parados. Si tenemos en cuenta los datos del mismo periodo del año anterior, León registra 2.049 desempleados menos (- 8.83%).

 

Por sectores, destaca una vez más la reducción de empleo en el sector servicios (-97), agricultura (-80), colectivo sin empleo anterior (-45), industria (-44) y construcción (-22).

Datos positivos también registra la afiliación en la provincia, que gana 321 afiliados en el último mes (+0,19%) y 3.105 respecto a agosto del pasado ejercicio (+1.88%).

Conocidos estos datos, León rompe en el mes de agosto con la tendencia nacional y autonómica de destrucción de empleo y consolida el potencial del sector turístico, que ha sido el principal creador de empleo durante los últimos meses. 

 

La mejora en la economía de los primeros meses de 2023, unida al alivio en el incremento de precios, ha dado un respiro a las empresas, aunque estas siguen acumulando costes elevados por la inflación, lo que ha provocado además un freno en las ventas. 

 

Por todo ello, FELE considera que es clave apoyar al sector privado si queremos que los datos laborales resistan ante las perspectivas de los próximos meses. Ante esta situación, FELE reitera la necesidad de que se configure un Gobierno que garantice la estabilidad política e institucional y la seguridad jurídica imprescindibles para generar un clima de confianza capaz de evitar la parálisis ante la incertidumbre y de estimular la inversión y la actividad empresarial como garantía del empleo y de actividad económica. Un Gobierno basado en la libertad empresarial y al que las empresas solicitan, entre otras medidas: limitar la presión tributaria, reestructuración del gasto y la deuda pública, revisión de cargas burocráticas y promover una administración eficiente, creación de un marco laboral competitivo, aprovechamiento de los Fondos Europeos para cumplir las necesidades económicas reales o lucha contra la morosidad, entre otras.