El Vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes, Isidoro Martínez Martín, representó a la institución académica en el acto celebrado en la Plaza de la Catedral.

El Vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes, Isidoro Martínez Martín, asistió como representante de la Universidad de León (ULE) al ‘Encuentro-Desafío de las Luchas Canaria y Leonesa’ que se celebró el pasado sábado en la Plaza de la Regla, junto a la Catedral, organizado por el Club de Lucha Chimisay Arafo de Tenerife y la Federación de Lucha Leonesa, con la colaboración del Ayuntamiento de León.

La competición, en la que se impusieron los isleños, era solo una parte del ‘Encuentro’, que tenía como principal objetivo el acercamiento y difusión conjunta de las dos luchas tradicionales españolas. También se trataba de continuar con la tradición de otros históricos hermanamientos entre ambas luchas, en un año en el que se está celebrando el 80 aniversario de la creación de la Federación de Lucha Canaria.

Este encuentro supone también un avance de cara a nuevas oportunidades de acciones conjuntas, en cuya promoción participará la Universidad de León. En este sentido se ha de reseñar que el alcalde de Arafo, Juan Ramón Martín, hizo entrega al vicerrector Isidoro Martínez Martín de un regalo institucional, en reconocimiento a la colaboración prestada por la ULE, que consistió en un ejemplar de un libro que recoge la historia del municipio tinerfeño.

LAS DOS LUCHAS CELTAS CON MÁS TRADICIÓN DE ESPAÑA

La leonesa y la canaria son dos de las luchas celtas con más tradición en España, con más prestigio en Europa y que constituyen sin duda todo un espectáculo. El pasado sábado ambas se enfrentaron en León, en una bonita jornada que unió deporte y folclore de los dos lugares.

La cita comenzó con una exhibición de las ‘mañas’ utilizadas en la lucha canaria y en la lucha leonesa, que al ser ejecutadas evidenciaron sus similitudes. Seguidamente dio comienzo la competición, en la que participaron diez luchadores por bando, en categorías infantil, cadete, sénior femenino, semipesado y pesados.

El formato de competición fue de dos rondas de lucha, con cada participante compitiendo una vez en cada modalidad y presencia de un árbitro leonés y otro canario para aplicar las reglas de cada disciplina.

El resultado final, la victoria de la lucha canaria, fue lo de menos. Lo importante fue la confraternización y hermanamiento a los pies de la Catedral de León, que fue testigo de un espectáculo que aunó la tradición y el deporte.