¡Buenas tardes leoneses y leonesas! ¡Qué orgullo y qué honor supone para mí el estar hoy aquí! Y también qué sorpresa ya que, si me dicen hace tan solo unos meses que iba a estar en el balcón de esta preciosa plaza, rodeada de autoridades y ante la mirada de mis paisanos, no me lo habría creído. Y en parte no me lo podía haber imaginado ya que, he de confesar, este es el primer pregón al que asisto en mi vida y lo doy yo, así que crucemos los dedos.
No sé si el universo es infinito, pero sí lo han sido las veces que, desde el nombramiento de Pablo Álvarez y el mío, nos han preguntado ¿Qué tiene León? ¿Y cómo es posible que hayan elegido a dos candidatos de la misma pequeña ciudad? Nosotros mismos también lo hemos hablado infinidad de veces y, desde luego, no es
solo una cosa o dos.
Decía el pensador Ortega y Gasset aquello de “yo soy yo y mis circunstancias“. Pues esas circunstancias han sido, en gran medida, León y sus gentes. Las personas que se van cruzando en nuestra vida nos van dejando un pedacito de su esencia, que incorporamos a la nuestra y configuran nuestra forma de ser. Contenemos multitudes. En mi caso, rezumo leonesismo por los cuatro costados. Cuando echo la vista atrás, veo a muchas personas extraordinarias de esta ciudad, de talentos variados, de personalidades variopintas, que han dejado su poso en mí y que compartían lugar
de nacimiento conmigo.
Pero esto no solo se remite al pasado ya que, a día de hoy, me salen paisanos allá donde voy. Creo que en todas las ciudades en las que he estado desde nuestro nombramiento, y creedme que han sido muchas, se me ha acercado alguien a decirme: “eh! que yo soy de León“, con ese orgullo que nos caracteriza. Y tengo la gran fortuna de que cada vez que vengo a mi tierra tengo cerca a muchos leoneses que me aportan y con los que además puedo salir a tomar unas tapinas.
- Y Y ya sacando el tema tapas: León te mantiene en forma. Salir a tomar algo por el centro es suficiente motivación como para venir andando desde Trobajo del Camino, donde yo vivo. Además de que si vienes en coche un sábado, el sitio más cercano para aparcar que vas a encontrar va a ser en la Junta. Luego, el tapeo es activo. No te apalancas en un bar, si no que te obliga al
movimiento.
Ahora es época de trashumancia en los campos, pues nosotros la vivimos todo el año en la ciudad: vemos rebaños humanos moverse en busca de la tapa más fresca, desde la Palomera hasta la Plaza Mayor, desde Eras al Romántico. Por cierto, ¿Habéis oído aquello de que el Romántico es el nuevo húmedo? Creo que apenas lo oímos 100.000 veces cada leonés.
- Asimismo, la tapa fomenta la exploración, la curiosidad y mantiene la mente abierta. Se reciben nuevas aperturas de bares con los brazos abiertos, se escuchan las recomendaciones, se atraviesa sin miedo el horizonte de
sucesos.
Pero también hay momentos en los que no quieres arriesgar, en los que hay que ser más conservador y tradicional y tomar un butano y unas patatas de Blas, picantes siempre, o un trozo de lacón en el Flandes.
Por último, el tapeo te hace ser exigente y riguroso, aprecias la buena atención, la elaboración, la calidad y descartas los ensayos que no hayan convencido. A los leoneses no nos tiembla la mano para ponerle una “X” a un
sitio si no cumple determinados parámetros.
(Suspiro): Ays las fiestas…aún recuerdo cuando era una cría y me moría de ganas por que llegase San Juan y poder ir al río a tomar unos zumitos con mis amigos. Era todo maravilloso, apenas había 15 personas por metro cuadrado y mejorabas la capacidad de tu vejiga, porque ir al baño no era precisamente la tarea más sencilla del mundo. Esto resultará muy útil durante una misión espacial, en la que tienes que aguantar con el traje de astronauta puesto unas cuantas horas. Que no se diga que León no entrena a astronautas. Aún así, no bromeo, sentía auténtica euforia por que llegase el día. Y encima, muchas veces podías ver los fantásticos fuegos artificiales desde allí, dejando un olorcillo a pólvora que me encantaba. Este año por partida
doble.
Y la feria! Ese espacio que congrega al niño, comiendo algodones de azúcar más grandes que él mismo, y al abuelo roquero, que ve la oportunidad perfecta de renovar sus camisetas de grupos clásicos. Y que cuenta con atracciones como el saltamontes. No sé cuántos de vosotros habéis sentido vuestra vida en peligro subidos en esta máquina. A su lado, la centrifugadora con la que entrenan los astronautas parece una plácida vuelta en la noria.
Este año tenemos conciertos de lujo en la plaza mayor, hasta hay importación americana de la maravillosa Nikki Lane. Los oldies but goldies gigantes y cabezudos. Orquestas, bailes, danzas, DJs…, un sinfín de actividades que os invito a que disfrutemos todos juntos, con amigos, familia, como queramos, pero respetándonos y pensando solo en aquello que nos une, que son las ganas de disfrutar y pasárnoslo
bien.
Pero sin duda, si alguien puede animar estas fiestas y hacer que nos vengamos arriba son las peñas y charangas, que van a hacer rugir la ciudad más que el león rampante de nuestra bandera.
Eh, eh. y no puedo olvidar que este año, como buena mujer de ciencia en la Inquisición, tendré el infinito honor de ser quemada junto a Pablo en la hoguera de San Juan. Afortunadamente no por bruja, si no en un homenaje que no puede hacerme más ilusión. Quién lo diría eh?, que estés deseando que te prendan fuego. Fuera de bromas, tanto Pablo como yo estamos infinitamente agradecidos por todo el cariño que nos habéis mostrado, por todos los detalles y homenajes, que están siendo de lo más bonito de toda esta aventura que estamos viviendo.
Hablando de eso. Esta vez me ha dejado sola ante el peligro. Hemos sido como los Danone, yendo a todos lados en formato pack indivisible, pero esta vez me temo que ha tenido que ausentarse. De manera justificada eh? Pero no se va a librar tan fácilmente así que aquí os traigo unas palabras de mi compi:
MENSAJE DE PABLO.
Pablo y yo nos sentimos muy orgullosos de haber contribuido, aunque sea un poco, a que se hable más de León. Intentaremos llevar un trocito de León al espacio, y no solo me refiero a la cecina que seguro acabará en la estación Espacial Internacional, y también traer un poquito del Espacio a León, sin intención de hacerle la competencia
a nuestro centro comercial.
Y ahora os pido que me acompañéis para gritar…
¡¡¡¡¡Viva León!!!
