Las Salas de Exposiciones del Ateneo Cultural El Albéitar acogen la muestra ‘Perspectivas’, de la Fundación Merayo, título genérico bajo el que se agrupan exposiciones de pintura, escultura, videoarte e instalación, de los creadores Carlos Cuenyas, Prado de Fata, Elvira Fustelo, Ángela Merayo, Antolín Álvarez Chamorro, Mariano Gutiérrez, Cosme Paredes, Javier Robles, el colectivo ‘Entretejidos’ (Cristina Álvarez, Ana Campos y Asandra González Muñoz), Julián Álvarez, y el italiano Fausto Minestrini.

Hay que decir que ‘perspectiva’ es un término que se relaciona con el arte y también alude a la mirada personal que se proyecta sobre situaciones y objetos concretos. También sobre el producto artístico.

El leonés Carlos Cuenllas combina la factura y la temática clásica de los espléndidos ‘Árboles’ con la rigurosa abstracción de sus ‘Texturas’, en las que hilos cromáticos y matéricos dan lugar a redes de signos que remiten al expresionismo abstracto americano. O la reiteración de un determinado signo convertida en una suerte de escritura que limpiamente distribuye la mirada por el plano pictórico.

Prado de Fata es madrileña y con su obra evidencia la persistencia del orientalismo en artistas y corrientes de creación en el arte español. La muestra ‘Desde Oriente a las Médulas’ se inspira en “dos realidades estéticas aparentemente dispares, unidas por la interpretación plástica de la artista”. Su obra, en general, se rige interiormente por los principios de la filosofía zen.

Elvira Fustero, nacida en Zaragoza, vive y trabaja en Barcelona. ‘Fustero’ es el título de su personal exposición que pone de manifiesto una personalidad vigorosa y poética, como lo es su pintura. Obras netamente abstractas en las que conviven elementos emocionales que habitan en la mancha-masa de color y en la gestualidad de raíz expresionista.

En ‘Texturas’, Ángela Merayo, ponferradina, hace un ejercicio de estilo al conjugar formas y volúmenes en superficies rugosas y compactas, cargadas de elementos extrapictóricos con veladuras y pigmentos disueltos. Pero esta realidad plástica está nutrida de su profundo enraizamiento personal con la Naturaleza y señales: signos cargados de significado y simbología.

Con el mismo título expone el italiano Fausto Minestrini, Perugia, 1950. Sus obras son complejos collages de materiales variados a los que mima con el color, pero también hiere, lacera o quema, dando un juego de texturas que se relacionan con el informalismo italiano de los años cincuenta. Sus abstracciones llevan pulsaciones paisajísticas nutridas de intensidad, poesía, barroquismo compositivo y cromático.

Antolín Álvarez Chamorro, es un prolífico escultor heterogéneo en el uso de materiales, que en esta ocasión ha optado por la madera de cerezo para esculpir unas expresivas Manos con las que hace un ejercicio técnico de equilibrio.

Carlos Cuenllas aterriza con la pieza (entre otras) ‘Girándula’, que es una “rueda que al girar, despide tanto cohetes inflamables como agua”. Posible metáfora del ser humano que vierte al mundo positividad y maldad. Esta construida con material industrial de desecho.

El simbolismo está presente en las obras de Mariano Gutiérrez, tanto en aquellas que remiten a la alienación del ser humano ‘Escalando escorias’ y ‘Saliendo de un pozo’, como sus personajes filiformes, de formas esenciales y sintéticas.

Equilibrio también es la palabra para la obra de Javier Robles: ‘Una, dola tola…’ logrado en un alarde que habla de su técnica como escultor. Junto a ella el conocido personaje de ‘Sin techo’.

Acompañando por último las Esculturas de Cosme Paredes, titulada ‘Maternidad’, ‘Sembrador’, ‘La Ternura’ y ‘Búho’.

Finalmente, el apartado de videoarte está representado por Julián Álvarez, artista audiovisual leonés, que forma parte de la primera generación española de videocreadores, afincado en Barcelona, que muestra en la Fundación Merayo su ‘Homenaje a Joan Brosa’. Poéticas aberraciones meta-cinematográficas, un viaje piro- fotográfico a los confines del fotograma y nostálgico a los días en que la asistencia al cine implicaba efectos colaterales: poéticas aberraciones.

La exposición se podrá visitar libremente hasta el próximo 1 de abril, de lunes a viernes, de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00 horas.