Desde la ventana observo sus siluetas diciéndome adiós. Se van. Unos instantes después, cuando ya no puedo ver sus reflejos en la calle, cuando ya se han alejado lo suficiente como para que no les alcance con la vista, comienza a invadirme una nostálgica calma. Una morriña cálida me recorre la espalda,  sabía que se irían, que no podría retenerles por mucho tiempo más, y por fin, hoy, han traspasado el espacio, este espacio de letras, y el tiempo, este tiempo de tantos párrafos juntos.

Seguramente ya lo intuíais, como yo, así que esta despedida de Rosa, Rosalina, Remigio, Romualdo (que murió en el capítulo LV), la sicóloga y nieta de Romualdo, la madre de Remigio y su compañera, y algún personaje más que se nos ha presentado entre líneas. Hemos compartido vida y letras con nuestros amigos y amigas de “Ellas somos así” desde el 26 de diciembre del 2019. Con ellos, quien nos lo iba a decir, “hemos pasado” lo peor, o eso creemos, de una angustiosa y terrible pandemia que se ha llevado a muchas personas con ella.

Los personajes de esta serie de cien capítulos, aparecieron como un singular del plural de la mitad, más o menos, de la humanidad: ELLAS. En este capítulo cien, bajo el paraguas de una residencia de personas mayores, hemos vivido una corriente latente de la diferencia a día de hoy, de nacer mujer, de ahí el título. Si digo de la diferencia, ya que a día de hoy, aunque tenemos mucho terreno igualado, aún nos quedan muchas fajanas (usando el símil vulcanológico peyorativamente) que salvar.

Mordida existencial: Vaya hoy la mordida para todas las mujeres que aún siguen escondidas en roles que marcan o desprecian la figura femenina. Que siguen escondiendo sus deseos por miedo, por angustia, por negárseles la igualdad como seres. Que siguen teniendo que dar cien vueltas para conseguir lo que una persona del género masculino, alcanza a la primera, la segunda o la tercera, por el mero hecho de haber nacido con un pene entre las piernas. Vaya esta mordida para todas las mujeres que han recibido, reciben y por desgracia seguirán recibiendo, por falta de educación y empatía, un trato distinto por su género, amén de por su raza y su color; aunque no nos engañemos, si la mujer es rica, todo se suaviza mucho. Vaya esta mordida por todas las mujeres y los hombres, por todas las personas que formamos esta urdimbre maravillosa de la vida. Vaya un GRACIAS con mayúsculas para “León7días” que me deja este espacio y para todas las personas que paseáis vuestros ojos por estas líneas.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.