Empate en la Eragudina esta tarde: Atlético Astorga 2 (Alex Lorenzo y Fran Perrini) / Gimnástica Segoviana 2 ( Ivi y Adeva).

La tarde era fría,  pero se notaba el calor de la afición, que, desde el inicio del partido y durante todo el juego, estuvo animando con aplausos y gritos al equipo maragato.

La Gimnástica Segoviana llegaba a la ciudad bimilenaria con los objetivos de la temporada cubiertos y la “aureola de campeón”, con la intención de medir sus fuerzas ante uno de los mejores rivales de la competición: el Atlético Astorga, que además le había ganado en su casa.

La Presidenta Sagrario González, antes del comienzo del Partido, hizo entrega de dos camisetas conmemorativas: a Taranilla, por jugar su partido 300 con el Astorga, y a Diego Peláez, que ha llegado a los  400.

El saque de honor lo realizaron representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad en Astorga: El coronel Francisco Barrio del Ralca 63, Francisco Cabero Juárez, jefe de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, Manuel Cuesta Aller, jefe de la Guardia Civil y Juan Carlos Rodríguez, jefe de la Policía Local. Pues se les ha querido homenajear por el apoyo decidido que muestran durante todos los partidos.

El equipo astorgano salió con fuerza y el partido comenzó con muy buenas jugadas;  en el minuto 26, Alex Lorenzo arrancó la alegría de las gradas con un gol que era el resultado de una jugada muy bien estructurada  por parte de los nuestros.

Antes, Alberto, ya había conseguido salvar un balón peligroso y Perrini se había caído por primera vez intentando despejarlo; hoy Fran estaba en racha: robaba balones, subía y bajaba sin parar, pasando con acierto el esférico a sus compañeros. Y no podía por menos que escuchar a su tío, llegado desde Uruguay, su país natal, que le ha estado animando en todos los partidos, y así en el minuto 53 logró poner el marcador por delante para los astorganos.

Los segovianos continuaban presionado y jugando bien el balón, logrando poner el marcador en tablas. Eso si, con entradas muy fuertes que dejaban a los nuestros tirados en la hierba. Una de esas entradas obligó a  sustituir a Javier Amor, entrando Pablo Zotes al terreno de juego.

Pero faltaba la gran emoción del encuentro: era el minuto 81, el árbitro pitó penalti, tras señalar amarilla para Uña. Y Albert lo logró: consiguió despejar ese balón y  dejar en el marcador un empate que sabe a gloria.

Hoy, la invitada de excepción ha sido la lluvia, que en la segunda parte, después de saludar a los jugadores, se ha ido de puntillas.

El otro día, alguien me dijo que el Astorga vivía de sueños y yo recordé lo que escribió Jorge Valdano en el libro “Cuentos de Futbol” que le regalé a mi padre hace ya tantos años y que tanto le gustaba. “Cierto día un crítico deportivo  acusó a Jorge Valdano de ser un “vendedor de sueños”, con la intención de ofenderlo.  El que fue jugador y entrenador español/argentino, respondió que nunca había logrado de un amigo un elogio más hermoso”.

El club astorgano está consiguiendo ese sueño que se había propuesto.

No resta más que seguir animando a Miguel Ángel Miñambres, a al Equipo Directivo, a los colaboradores y  a todos y cada uno de los jugadores, que hoy han sudado la camiseta como nunca, y como no, a la afición, que ha disfrutado y se ha emocionado con un partido que nos acerca un poco más a la meta.

¡Aúpa Astorga!

Victorina Alonso Fernández