El Rector de la ULE ha hecho un balance positivo de sus primeros cuatro años al frente de la institución, y ha expresado sus propósitos para el segundo mandato.

El Aula Magna San Isidoro del Edificio El Albéitar ha acogido en la mañana de hoy la ceremonia de investidura de Juan Francisco García Marín como Rector de la Universidad de León (ULE) para un segundo mandato de cuatro años, tras su victoria en las elecciones que se celebraron el pasado 12 de marzo. “Algo impensable hace tres meses, -ha dicho-, porque en este año anómalo la vida universitaria, como otras muchas actividades, y como nuestra vida en general, se ha visto determinada por una pandemia vírica que nos está afectando más de lo que en un principio creíamos”.

El acto se ha desarrollado con aforo restringido y con todas las medidas de prevención para evitar contagios, y ha contado con la presencia del Consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, que ha estado acompañado por la directora general de Universidades e Investigación de la Junta (Blanca Ares), los rectores de las universidades de Salamanca (Ricardo Rivero Ortega), Valladolid (Antonio Largo Cabrerizo), y Burgos (Manuel Pérez Mateos), el alcalde de León (José Antonio Díez), el presidente del Consejo de Cuentas de CyL (Mario Amilivia), el Procurador del Común (Tomás Quintana López), el Presidente de la Diputación Provincial (Eduardo Morán Pacios), y el Subdelegado del Gobierno (Faustino Sánchez), entre otras autoridades.

Tras ser investido Rector de la ULE para un segundo mandato, García Marín ha pronunciado unas palabras en las que ha tenido un recuerdo para las personas que han perdido por causa de la pandemia a sus seres más queridos “sin poder siquiera despedirse de ellos”, y ha agradecido el comportamiento, el compromiso y la responsabilidad de la comunidad universitaria. “En mi pensamiento y voluntad, -afirmó-, estuvo siempre la idea de que la universidad ni podía ni debía pararse: es uno de los motores de su entorno y, por ello, hemos seguido con toda la actividad posible”.

Marín, que se encuentra en proceso de recuperación de un accidente de tráfico y ha tenido que desplazarse en silla de ruedas, ha recordado que hubo que pasar “de un día a otro de una actividad presencial a confinarnos en casa”, y sin embargo “con más aciertos que fallos conseguimos seguir impartiendo docencia y mantener la actividad investigadora”.

BALANCE DE LOS PRIMEROS CUATRO AÑOS AL FRENTE DE LA ULE

En el momento de hacer balance de sus primeros cuatro años como Rector, García Marín ha agradecido a todos los miembros de su equipo su implicación, que “ha hecho posible que hayamos avanzado de forma notable en estos años”. A continuación, ha citado algunos de los logros más destacados, como el progreso en los diferentes rankings universitarios, las acreditaciones internacionales y sellos europeos conseguidos por varios centros y facultades de la ULE, y el decidido apoyo e impulso a la investigación.

“Siempre he mantenido, -ha dicho-, que una universidad que no aprecie, valore y estimule la investigación, está condenada a la mediocridad”. Entre los esfuerzos en este campo se ha referido a la creación de la Oficina de Proyectos Internacionales de Investigación, que “ha multiplicado por cuatro el número de proyectos y los ingresos”.

También se ha referido al inicio y desarrollo de un “ambicioso plan de incorporación de profesorado joven, de estabilización y de promoción”, que ha incorporado 183 ayudantes, ayudantes doctores que, junto con las promociones a titulares y cátedras, “ha resultado en 318 plazas en cuatro años”. En el caso de Personal de Administración y Servicios ha citado las promociones, transformaciones y convocatorias “que suman 117 plazas, a las que hay que añadir la convocatoria de nuevas plazas y promociones que se iniciarán este mismo mes de septiembre, y nuestra firme voluntad de finalizar la Relación de Puestos de Trabajo”.

UNA UNIVERSIDAD SANEADA ECONÓMICAMENTE

El Rector de la ULE se ha mostrado satisfecho por la situación económica de la institución y ha dicho que “disfrutamos en este momento de una universidad saneada”, en la que se ha amortizado la deuda y se ha invertido en obras de renovación, equipamientos y actualización de equipos docentes “que se seguirán implementando también este año y los próximos”.

Entre los aspectos positivos también ha citado el incremento de la dimensión internacional de la ULE, cuyo Instituto Confucio recibió en 2019 el premio como mejor del mundo, o la incorporación a la Alianza de Universidades Europeas, o el incremento de la movilidad en los programas Erasmus+, logros que se realizan “a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos por estudiante”, lo que ha llevado a García Marín a solicitar al Consejero y a la Directora General que sean conscientes de ello y que traten de mejorar este aspecto “tan vital para nuestro futuro”.

Para finalizar sus palabras, García Marín se ha referido al esfuerzo que la ULE está realizando para afrontar la situación provocada por el Covid19, para lo cual se han asignado 400.000 € en los presupuestos de 2020, y ha expresado su confianza en que la Junta “nos hará llegar la ayuda que necesitamos para afrontar las nuevas circunstancias provocadas por la pandemia”.

El Consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones, ha sido muy breve en su intervención en la que, tras felicitar a García Marín y desearle suerte para su nuevo mandato, ha tenido palabras de reconocimiento para la trayectoria de la Universidad de León, una institución joven que está obteniendo “extraordinarios resultados”, y en respuesta a la demanda de apoyo expresada por el Rector en su discurso, ha afirmado concluyente que “contará siempre con el apoyo de la Junta de Castilla y León”.