Ecologistas en Acción  muestra en un mapa cómo las nuevas autorizaciones de macrogranjas de porcino podrían agravar la contaminación del agua con nitratos debida al abuso de fertilizantes.

Mapa:Macrogranjas de Porcino y contaminación con nitratos en abastecimientos de consumo humano: 

https://drive.google.com/open?id=1RccYPY5QP1isnFQVaU5ew4LFkk4_in2p&usp=sharing

Los proyectos de macrogranjas de porcino autorizados en los últimos años han convertido a León (según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2013-2018) en la provincia de la Comunidad donde más ha crecido el censo de porcino, concretamente un 54,8%.

Se da la circunstancia de que estas autorizaciones (como las de Cebrones del Río o  Roperuelos del Páramo) o la última que ha sido sometida a información pública: la ampliación hasta 6094 plazas de la explotación existente en Pozuelo del Páramo, se encuentran -como se pone de manifiesto en el mapa elaborado por Ecologistas en Acción – muy próximas a localidades que presentan o han presentado en los últimos años problemas serios de contaminación por nitratos de sus abastecimientos públicos de agua de consumo humano (caso de Regueras de Arriba, Alcaidón de Vega, Veguellina de Fondo, Villanueva de Jamuz o Quintana del Marco).

Hasta ahora, los episodios de contaminación con nitratos en los suministros de agua de estas localidades han sido causados por el abuso de fertilizantes relacionados con el monocultivo del maíz (la mayor producción de España es la de León con casi 60.000 hectáreas). La puesta en marcha de estas macrogranjas de porcino introduce un factor adicional de riesgo.

De hecho, la contaminación con nitratos de las aguas debido a la gestión de purines de porcino es ya un gravísimo problema que sufren provincias como Segovia y Salamanca. León puede seguir el mismo camino.

En las alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción se viene denunciando la gestión deficiente de los purines que,  utilizados  como fertilizantes en los campos, contaminan las aguas (superficiales y subterráneas) y los terrenos de cultivo con nitratos, metales pesados, microorganismos, y componentes con potencialidad tóxica  derivados de los medicamentos (sobre todo antibióticos)   que se administran a los cerdos. Las macrogranjas consumen ingentes cantidades de agua y generan emisiones atmosféricas tóxicas y peligrosas (amoniaco, oxidos nitrosos)  y de potente efecto invernadero (metano). Para las personas,  la afección más sensible son los malos olores que, por la acción del viento,  pueden alcanzar poblaciones alejadas.

Además, la ganadería industrial ha supuesto la ruina de cientos de miles de explotaciones familiares en todo el Estado, por los bajos precios de la carne que comercializan, conseguidos externalizando costes ecológicos y sometiendo a los animales a unas  condiciones de vida antinaturales y  extremadamente crueles.

Cabe recordar finalmente que la Comisión Europea tiene en tramitación un procedimiento sancionador contra España por no tomar las medidas adecuadas para proteger sus aguas de la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agroganaderas.

A través del seguimiento de nuevos proyectos, Ecologistas en Acción, solicita a las administraciones implicadas (Consejerías de Medio Ambiente y Agricultura):

  • Que se declare como “zona vulnerable a la contaminación con nitratos” las comarcas de “El Páramo” y “Vega del Órbigo”, exigiendo el cumplimiento del código de buenas prácticas agrarias.
  • Que se apruebe una moratoria en la concesión de nuevas autorizaciones, al menos hasta que se habilite una base de datos actualizada, se realice una evaluación de impacto ambiental estratégica del conjunto de macrogranjas ya autorizadas en cada provincia y se controle de manera efectiva la gestión de los purines y la disposición de los terrenos cedidos para el vertido de los mismos.

Fdo.: Junta Directiva de Ecologistas en Acción