– El COOCYL apela a las revisiones periódicas para corroborar que el estado de nuestros ojos es óptimo o para detectar cualquier posible alteración

– A pesar de que el 92% de los ciudadanos considera la vista su sentido más valioso, sólo dos de cada diez castellanoleoneses han acudido a un especialista en el último año

Castilla y León, 6 de abril de 2019. − El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) se suma a las campañas de concienciación por el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, para poner el foco en la importancia de revisar de forma periódica nuestros ojos con el objetivo de corroborar su estado óptimo o, en caso contrario, detectar a tiempo cualquier posible alteración y ponerle remedio.

Revisar, corregir y proteger son las tres claves generales con las que COOCYL anima a la población a cuidar el sentido que más información proporciona a las personas y el que más valoran. De hecho, según el último Libro Blanco de la Salud Visual en España 2019, el 92% de los ciudadanos consideran que la vista es el sentido más valioso que poseen y aquel cuya pérdida acarrea las consecuencias más graves, frente al 4% que optan por el oído o el 2% por el tacto.

“Podemos pensar que, mientras podamos ver, no tenemos problemas con la visión, pero a medida que nos hacemos mayores somos más propensos a padecer determinados problemas. Por eso es importante acudir a las revisiones periódicas, que son totalmente esenciales si tenemos antecedentes de alguna patología ocular, como glaucoma, diabetes o miopía alta”, señala al respecto la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros.

Sin embargo, la realidad nos muestra que sólo el 22,1% de los castellanoleoneses ha acudido a revisarse la vista en los últimos 12 meses y el 25,4% lo ha hecho hace más de dos años; en cambio, el 50% ha ido al dentista en el último año, por poner un ejemplo comparativo. Pese a que se percibe la pérdida de visión como una cuestión importante, en general, sólo el 40% de la población se somete a revisiones regulares.

REVISAR

En este sentido, la experta óptica-optometrista aclara que la recomendación de la primera revisión visual varía en función de los signos que pueda presentar un neonato o del historial de antecedentes familiares. En el primer mes de vida, la revisión oftalmológica que realiza el pediatra sirve para descartar problemas oculares severos y malformaciones congénitas. A los 6 meses se puede diagnosticar un estrabismo y a los 18 meses es posible detectar defectos refractivos. A partir de los 2 años, las revisiones serán cada vez más completas.

Si no existen signos de alarma previos ni antecedentes familiares importantes de condiciones que puedan ser hereditarias, se recomienda una primera exploración visual más profunda por parte de un especialista antes del inicio de la edad escolar, entre el año y los 3 años de edad. Una vez detectada una alteración visual, la visita al optometrista u oftalmólogo debe ser regular, con el objeto de hacer un seguimiento en función de las condiciones que presente el menor y su grado de recuperación.

En lo que respecta a los adultos, según la Asociación Americana de Optometristas, un usuario sano, es decir, asintomático, debería revisarse al menos una vez cada dos años entre los 18 y los 64 años, y a partir de los 65, de forma anual; pero el simple hecho de tener antecedentes de riesgo de alguna patología ocular ya hace que la revisión se recomiende de forma anual, salvo que el especialista determine otro plazo más corto.

CORREGIR

Una vez detectada cualquier alteración visual, el óptico-optometrista, como agente primario de salud visual, propondrá la mejor solución adaptada a cada usuario o derivará al especialista si es necesario.

El Libro Blanco de la Salud Visual recoge que el 67% de la población española reconoce tener alguna anomalía visual, siendo el problema más habitual la miopía (con un 28% de la población), un defecto de refracción que comienza en la edad escolar, seguido del astigmatismo (un 24%) y la presbicia, con un 16%. Lo que deriva en que el 54% de los españoles utilice algún sistema de corrección de su visión, en concreto, casi 25 millones de personas con gafas o lentes de contacto en nuestro país.

A medida que aumenta la edad, se incrementa el número de personas que necesitan corregir sus defectos de visión. Hasta los 44 años, cerca del 40% de los ciudadanos necesitan equipamientos ópticos; pero es entre los 45 y los 54 años –debido principalmente a la presbicia– cuando se observa cómo el 72,09% de la población requiere gafas o lentillas para su día a día. Este porcentaje se eleva al 82,6% de las personas entre 55 y 64 años. Además, el 25% de aquellos de más de 65 años tiene dificultades severas para ver o no ven nada en absoluto, según la Encuesta Nacional de Salud 2017.

Con todo, Ana Belén Cisneros insiste en que las visitas periódicas al óptico-optometrista “no sólo son necesarias para detectar a tiempo estos problemas visuales refractivos, sino también determinadas alteraciones oculares, como el glaucoma, la retinopatía diabética o las cataratas. Una revisión a tiempo ayuda a prevenir los problemas asociados e, incluso, la ceguera evitable”.

PROTEGER Y PREVENIR

Además de las revisiones periódicas, en este Día Mundial de la Salud, los ópticos-optometristas recuerdan una serie de rutinas fundamentales para cuidar nuestros ojos:

– Protegernos del sol en cualquier época del año. Los ojos son más sensibles al sol que la propia piel, por lo que es fundamental su protección con gafas de sol homologadas y adquiridas en los establecimientos sanitarios de óptica.

– Evitar factores externos agresivos. Se deben mantener los ojos alejados, en la medida de lo posible, de los factores ambientales perjudiciales: alérgenos, como polen y ácaros; contaminación; cloro de las piscinas y agua salada del mar y calor o frío excesivo. Para ello, se recomienda utilizar gafas de sol, y también gafas protectoras durante el desarrollo de actividades deportivas en la nieve, la montaña o a la hora de realizar deportes acuáticos.

– Mantener una correcta higiene de las lentillas. Los usuarios de lentillas deben seguir unas medidas de higiene adecuadas. En el caso de llevar gafas, hay que procurar mantener al día la graduación.

– No pasar mucho tiempo delante de los dispositivos digitales. De entrada, tendemos a usar el ordenador, tablet o móvil a una corta distancia, a lo que hay que sumar que durante este tiempo de atención se reduce el parpadeo y, con ello, aumenta el riesgo de sequedad ocular. Lo más aconsejable es disminuir los tiempos de exposición y, en caso contrario, hacer descansos cada 20 minutos y enfocar la mirada durante 20 segundos a la distancia más lejana posible, la que se conoce como la regla 20/20/20.

– Cuidar la alimentación, no fumar y hacer ejercicio. Llevar una dieta sana y rica en nutrientes con alto contenido en vitaminas A y C y minerales, como el magnesio, ayuda al buen funcionamiento de las células del sentido de la vista. Además, diversos estudios ya han relacionado el tabaco con la posible aparición de afecciones oculares como las cataratas, el glaucoma o la retinopatía diabética, así como uveítis, problemas del nervio óptico, sequedad ocular o degeneración macular.

“Cuidar la salud visual empieza por detectar los errores que cometemos con más frecuencia. Nuestros ojos aguantan mucho: horas frente al televisor o el ordenador, la baja iluminación ambiental para leer, salir de casa sin gafas de sol… Y a pesar de lo importante que es nuestra vista, no la cuidamos lo suficiente”, concluye Ana Belén Cisneros, para recordarnos que “revisar, corregir y prevenir y proteger” son las claves para cuidar nuestro sentido más preciado.

‘12 meses, 12 cuidados visuales’ La campaña de COOCYL sobre las claves de nuestra salud visual forma parte de su nuevo plan ’12 meses, 12 cuidados visuales’, que cada mes lanza una acción informativa dirigida de forma específica a aportar pautas de conducta, señales para avanzar en la detección precoz y opciones de ayuda ante diferentes problemas. La iniciativa arrancó el pasado octubre, con motivo del Día Mundial de la Visión y la Optometría.